MADRID 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
Investigadores estadounidenses han propuesto un método que permite cuantificar los cambios que se han producido en una fotografía digital. Con este sistema, los expertos podrán determinar cuán diferente es la imagen que se puede ver en la fotografía de la original en, por ejemplo, los anuncios publicitarios.
En el estudio, que ha sido publicado en 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS), los autores, Hany Farid y Eric Kee, señalan que las imágenes altamente idealizadas se han relacionado con trastornos de la alimentación e insatisfacción con la imagen corporal. De hecho, apuntan a que la American Medical Association ha adoptado recientemente una política para desalentar la alteración de las fotografías de una manera que pudiese promover expectativas poco realistas de una imagen corporal adecuada.
Sin embargo, Farid y Kee afirman que la prohibición no puede abordar la cuestión en su totalidad; por lo que sugieren que los anunciantes informen, con veracidad y exactitud, de la medida en que una imagen ha sido alterada.
Así, proponen un sistema de clasificación que tenga en cuenta las prácticas comunes, tales como el recorte y el ajuste de color, mientras que proporciona la evaluación de otros tipos de modificaciones que cambian drásticamente la apariencia de una persona. En su estudio, los autores han tenido en cuenta alteraciones geométricas tales como el adelgazamiento de las piernas, el ajuste de la simetría facial, y la corrección de la postura; así como las manipulaciones fotométricas que incluyen la eliminación de arrugas, bolsas bajo los ojos y manchas de la piel.
Farid ha señalado que "Se empieza a partir del antes y el después de las imágenes digitales de las que, de forma automática, se estiman los cambios geométricos y fotométricos, realizando ingeniería inversa sobre las manipulaciones que se habían realizado para el retoque".
En el proceso de cotejar y validar las observaciones métricas, se pidió a un grupo de voluntarios que comparasen y ordenasen las diferencias en cientos de pares de imágenes antes y después del retoque; los resultados coincidieron en gran medida con la métrica matemática.
"Esta calificación puede proporcionar incentivos para reducir algunas de las formas más extremas de retoque digital tan comunes hoy en día", han concluido los autores, pero añaden que "queda por ver si esta calificación puede paliar los efectos adversos de ser bombardeados con imágenes corporales irreales".