Reparación de un dispositivo electrónico. - PEXELS
MADRID, 10 Feb. (Portaltic/EP) -
Los usuarios compran un electrodoméstico o dispositivo electrónico, como un televisor, una lavadora o un 'smartphone', con la intención de que adquirir una herramienta eficaz y duradera, precisamente lo que pretende asegurar la Unión Europea (UE) con un nuevo acuerdo que refuerza el derecho a reparar, al ampliar la garantía y exigir precios de reparación razonables e incluso priorizar la reparación sobre la sustitución.
Actualmente es habitual que, cuando un componente de un dispositivo electrónico se estropea afectando a su usabilidad, los usuarios no encuentren otra alternativa que sustituir dicho dispositivo por uno nuevo, ya sea por comodidad, por el precio de la reparación o su dificultad.
Este tipo de comportamientos tienen consecuencias par el medio ambiente: cada año se generan 35 millones de toneladas de residuos en la Unión Europea, según datos ofrecidos por la Comisión Europea.
En este marco, el pasado viernes 2 de febrero, el Consejo de la Unión Europea (UE) y el Parlamento Europeo alcanzaron un acuerdo provisional para reforzar las normas de protección del consumidor, entre las que se establece el "derecho a reparar", para "aclarar las obligaciones de los fabricantes y animar a los consumidores a extender el ciclo de vida de sus productos mediante la reparación".
Esta normativa, conocida como directiva sobre el derecho a reparar (R2R), hace referencia al derecho de los usuarios a que, cuando se averíen dispositivos como televisores, lavadoras o teléfonos móviles, el cliente pueda exigir a los correspondientes fabricantes la reparación del dispositivo en lugar de reemplazarlo. Con ello, pretenden impulsar el uso de métodos de reparación al hacer que el acceso a los servicios de reparación sea más "fácil, rápido, transparente y atractivo".
A falta de que directiva sea adoptada tanto por el Consejo como por el Parlamento, y publicada en el Boletín Oficial de la UE, la propuesta abre las opciones de reparabilidad, que en líneas generales son las siguientes.
((ACTUALIZACIÓN 30/07/2024: La reforma de las normas de protección del consumidor que establecen el "derecho a reparar" han entrado el vigor el martes 30 de julio de 2024))
SOLICITAR AL FABRICANTE LA REPARACIÓN
En el momento en el que se rompe el dispositivo, ya sea la pantalla de un ordenador o una pieza de una lavadora, en el marco del nuevo acuerdo, los usuarios podrán optar por contactar directamente con el servicio técnico del fabricante para solicitar reparar el dispositivo con un precio y en un plazo de tiempo "razonables".
Este es uno de los principales puntos que garantizará el acuerdo. Así, siempre que estén enmarcados como dispositivos reparables según la legislación de la UE, los usuarios podrán acudir directamente a la marca y solicitar una reparación en cualquier momento, aunque ya no se encuentre dentro del plazo de garantía.
Una vez solicitada la reparación a la compañía, los usuarios recibirán un formulario europeo en el que los fabricantes faciliten las condiciones establecidas para el proceso de reparación de sus dispositivos. Es decir, la compañía detallará información relacionada con el diagnóstico de reparación, las piezas de repuesto necesarias, el precio, el tiempo estimado y otras condiciones.
De esta forma, los usuarios podrán comparar entre distintas ofertas de reparación según el fabricante u otras empresas de terceros y tener "libre decisión", sobre dónde arreglar el producto.
El formulario deberá ofrecerse de forma gratuita. Sin embargo, se ha de tener en cuenta que las compañías podrán exigir a los usuarios un pago por el coste del servicio de diagnóstico de su dispositivo averiado.
Tras iniciar la reparación, los usuarios podrán exigir que se lleve a cabo en un periodo de tiempo "razonable". Además, tal y como ya ofrecen algunas empresas actualmente, mientras se está reparando, el cliente podrá solicitar un dispositivo de sustitución temporal.
De la misma forma, salvo que la reparación sea una opción que la empresa oferte como gratuita, por ejemplo, por estar dentro del periodo de garantía, el precio por el servicio ofrecido por el fabricante también deberá ser "razonable". Así, los fabricantes ofrecerán opciones más competentes que las que se ofrecen hoy en día que, normalmente, pueden tener un precio elevado.
Una vez reparado el dispositivo en cuestión y devuelto a su dueño, los usuarios deberán tener en cuenta que dispondrán de doce meses más de garantía con el fabricante, según detalla el acuerdo.
Con esta ampliación del periodo de garantía, los usuarios podrán acudir de nuevo a la compañía, en caso de que el dispositivo vuelva a fallar o no haya sido reparado de forma correcta. De esta manera, se traslada la responsabilidad a la marca de ofrecer reparaciones de calidad.
ENCARGAR LA REPARACIÓN A UN SERVICIO DE TERCEROS
Otra opción a la que podrán recurrir los usuarios es la de reparar su dispositivo en una compañía de reparaciones externa. Se trata de una alternativa que ya está disponible actualmente, sin embargo, presenta algunas dificultades para obtener un buen servicio.
Por ejemplo, uno de los problemas al que se enfrentan los usuarios es el desconocimiento de las empresas de reparación disponibles. Por ello, con lo estipulado en el acuerdo de la UE, podrán acudir a la plataforma europea de reparación en línea.
Dicha plataforma será un espacio que pondrá a disposición de los consumidores los diferentes servicios de reparación disponibles a nivel de la UE y transfronterizos. En vez de tener que revisar 27 plataformas nacionales se podrá navegar por una misma plataforma hasta encontrar el servicio que mejor se adapte.
Así, la plataforma dispondrá de distintas secciones para cada Estado miembro, con información procedente de las plataformas de reparación nacionales tanto públicas como privadas.
Por otra parte, otro de los problemas que presenta esta modalidad es que, en algunas ocasiones, los fabricantes no facilitan que otras compañías lleven a cabo la reparación, poniendo obstáculos como impedir el correcto funcionamiento del dispositivo si se utilizaban componentes no originales para las reparaciones o no distribuyendo información sobre cómo se deben llevar a cabo los arreglos.
De cara a frenar este tipo de acciones, el acuerdo señala que se prohíben las prácticas de las compañías que impidan el uso de repuestos de segunda mano o impresos en 3D por parte de reparadores independientes.
Igualmente, las marcas deberán proporcionar información sobre los repuestos, materiales y procedimientos necesarios para arreglar los dispositivos. De hecho, todo ello deberá estar disponible desde su sitio web.
AUTORREPARAR EL DISPOSITIVO
Una tercera alternativa es que los usuarios puedan reparar por sus propios medios los dispositivos averiados. En este caso, se aplican las medidas mencionadas anteriormente, con las que los usuarios deberán poder acceder, a través de la web de la marca, a la información necesaria.
Es decir, deberán tener a su disposición contenido como tutoriales de reparación, al mismo tiempo que deberán poder acceder a las piezas necesarias, incluso, con posibilidad de compararlas desde la web. Todo ello, facilitado por el fabricante.
A pesar de todo ello, por el momento, se trata de un acuerdo provisional. Por tanto, deberá ser respaldado y adoptado formalmente por ambas instituciones en un futuro, por lo que aún no se hará efectivo de forma definitiva.