MADRID, 28 Ene. (Portaltic) -
LG podría demandar a Qualcomm si finalmente el fabricante de procesadores decide rediseñar el Snapdragon 810 para solventar sus problemas de recalentamiento para satisfacer las necesidades de Samsung y su próximo buque insignia, el Galaxy S6.
Por el momento, sólo los LG G Flex 2 y el Xiaomi Mi Note Pro cuentan con el procesador en cuestión y, según analistas que ya han probado el dispositivo de LG, el 'smartphone' flexible muestra problemas de funcionamiento debido al recalentamiento del procesador, como recoge The Korea Times.
Debido a estos problemas, Qualcomm debería modificar el 'chipset' para evitar estos problemas, pero ya está siendo integrado en las líneas de producción de los dispositivos de LG y Xiaomi y esto, para LG, vendría a ser el reconocimiento de Qualcomm de que el procesador muestra defectos y, por lo tanto, también los dispositivos que lo integran.
Lo que LG no quiere es que Qualcomm rediseñe el Snapdragon 810, porque esto favorecería a su competencia directa, Samsung, ya que pretende integrarlo en el Galaxy S6. Concretamente, Samsung tendría planes para integrarlo en el 30 por ciento del a producción del nuevo 'flagship' y es algo que Qualcomm no querría perder. El 70 por ciento restante integraría el procesador Exynos de Samsung.
"Los últimos problemas térmicos que involucran a su competidor, podría ser otra oportunidad para Samsung para incrementar su presencia en el mercado de procesadores móviles a nivel mundial", ha declarado un analista de IBK Securities a The Korea Herald.
Por estos motivos, Qualcomm se encuentra ahora entre la espada y la pared, puesto que, por un lado, podría dejar el Snapdragon 810 con sus problemas de recalentamiento y perder la producción de Samsung o, por otro, modificarlo para contentar a Samsung y enfrentarse a una demanda por parte de LG y, posiblemente también de Xiaomi, por venderles a ellos un procesador defectuoso y a Samsung el que funciona bien.