Qué es la memoria RAM y por qué lo debes tener en cuenta al comprar un smartphone

Actualizado: martes, 5 abril 2016 9:32

   MADRID, 5 Abr. (EDIZIONES/Portaltic) -

   Esa lentitud del teléfono a reaccionar y esa necesidad imperiosa de detener aplicaciones en segundo plano para que todo vuelva a fluir. Sabes de lo que hablamos, ¿cierto? Pues échale la culpa a la Memoria de Acceso Aleatorio o Random Access Memory, aunque seguro que la conoces mejor por sus siglas en inglés: RAM.

   Como norma general, a más memoria RAM, más aplicaciones ejecutándose a la vez y con mayor fluidez, permitiendo el procesamiento de una gran cantidad de datos en poco tiempo. No obstante, toda norma general tiene sus matices y excepciones.

   En Portaltic os explicamos la utilidad de la RAM y la importancia de su capacidad, y os decimos cuáles son los fabricantes que están apostando por un mayor número de gigas para este tipo de memoria. Los 4GB de RAM ya son una realidad en la mayoría de teléfonos Android de gama media-alta, mientras que Apple sigue apostando por los 2GB y una mayor optimización.

¿PARA QUÉ SIRVE LA RAM?

   De forma muy básica y para que todos lo entendamos, la memoria RAM de un teléfono es aquella que nos permite navegar con mayor o menor fluidez y la que nos posibilita tener abiertas muchas aplicaciones y cambiar de unas a otras con rapidez. También es importante para el funcionamiento de los procesos en segundo plano, aquellos con los que no se interactúa de forma activa, y para otro tipo de procesos como las descargas o la reproducción de música de fondo.

   Se trata de una memoria oscilante, volátil, que almacena datos y procesos de forma temporal. Se asigna a cada aplicación cuando el sistema hace uso de ellas y se libera cuando estas se cierran. El propio sistema operativo gestiona el uso de la RAM -teniendo poca pueden hacer maravillas-, aunque también se puede hacer manualmente.

   ¿CUÁNTA RAM NECESITAS?

   Ni todos los sistemas operativos optimizan por igual el uso de la memoria RAM - en esta ocasión, iOS se lleva la palmada en la espalda porque es el que mejor lo hace-, ni todas las aplicaciones consumen la misma cantidad de memoria.

La cantidad de RAM que necesites dependerá del uso que le des al dispositivo. No es lo mismo que lo utilices para ejecutar aplicaciones simples que para jugar, ver películas o editar vídeos. Siendo así, necesitarás mayor RAM para que la fluidez no se vea afectada, porque este tipo de apps devoran la memoria.

   RELACIÓN RAM-PROCESADOR

   Un magnífico procesador y una RAM deficiente poco pueden hacer. La alianza debe ser entre iguales. Si un teléfono dispone de un procesador muy potente, pero, en cambio, tiene poca memoria RAM, entonces el primero quedará limitado.

   La RAM es el almacén donde se guardan los datos que el procesador necesita para llevar a cabo una determinada acción. Por mucho que pueda correr el procesador a la hora de ejecutar la acción, si el almacén no es lo suficientemente grande para agrupar todos los datos necesarios que necesita esa acción, el terminal se verá igualmente ralentizado.

   LIMPIEZA DE LA RAM

   En contra de la creencia extendida, no es beneficioso vaciar toda la memoria RAM del teléfono para agilizar los procesos. En muchos casos, estaremos consiguiendo lo contrario de lo deseado.

   Si limpiamos toda la RAM, y con ella todos los procesos en segundo plano y la memoria caché del teléfono, la próxima vez que abramos una aplicación, el terminal tardará más tiempo y gastará más recursos en hacerlo.

   Solo tiene sentido liberar el espacio de aquellas aplicaciones que no vamos a utilizar de nuevo o que tardaremos en utilizar otra vez. No es el caso de apps de uso diario como WhatsApp, Twitter o Instagram, por ejemplo.

   DE LOS 4GB A LOS 6GB DE RAM

   El primero en poner el pie sobre la arena de los 4GB de RAM fue el ZenFone 2 de Asus -debutó a principios de 2015-. Con esta capacidad, unida a su procesador de 64 bits, prometía a los usuarios no tener que volver a preocuparse porque su teléfono fuera a trompicones al conmutar aplicaciones.

   Poco tardaron otros fabricantes en decidirse a dar el salto. Terminales como el OnePlus 2, el Sony Xperia Z5, el Huawei Mate 8 y los Samsung Galaxy S7 y S7 Edge incorporan los 4GB de RAM que, por otra parte, ya parecen quedarse cortos ante los 6GB que vienen en camino.

   El propio Samsung trabaja en la cifra de los 6GB para sus próximos terminales, pero ha habido alguien que se le ha adelantado en firmar este hito. Ha sido la empresa china Vivo, que ya ha puesto en el mercado su ‘smartphone’ Vivo Xplay 5 Elite, el primero que puede presumir de llevar integrados 6GB de RAM, haciendo equipo, por cierto, con el Snapdragon 820.

   Son varias las compañías, muchas con sede en China, con próximos proyectos que incorporan los 6GB de RAM.

¿SALTO CUALITATIVO REAL?

   No existe unanimidad al respecto. Con un uso normal del teléfono, los 6GB de RAM, incluso los 4GB, pueden resultar excesivos.

   No tenemos por qué obsesionarnos con adquirir un terminal de estas características si habitualmente no ejecutamos simultáneamente más de 20 aplicaciones, si no navegamos por páginas muy complejas o no utilizamos el dispositivo para editar vídeos o ver películas, como ya hemos indicado.

El beneficio real de los 6GB todavía está por demostrarse, y tampoco se podrá hacer si los teléfonos no reciben la actualización necesaria -a Android 6 o 7- para ejecutar un software que será mucho más exigente en el futuro.

   APPLE SE AFERRA A LOS 2GB

A la compañía de Cupertino le siguen valiendo los 2GB de RAM, combinados con una excelente optimización de los mismos, lo que le permite competir de tú a tú en rendimiento con cualquier terminal que se le ponga enfrente.

   2GB tienen sus últimos buques insignia en el mercado, los iPhone 6S y 6S Plus, y con 2GB está previsto que también lleguen los próximos iPhone 7.

   La razón de esta decisión se debe a que el sistema operativo iOS mantiene un control mucho más estricto sobre lo que las aplicaciones de terceros pueden hacer cuando no se están utilizando activamente.

Estas apps no se almacenan en la memoria del iPhone del mismo modo que lo hacen aplicaciones de Android, algo que también le impide llegar al nivel multitarea que se puede realizar con un Android. Sin embargo, Apple se asegura un rendimiento más consistente cuando hay muchas aplicaciones instaladas.