MADRID, 9 Dic. (Mario Jiménez/Portaltic) -
Motorola está muy dispuesta a dar guerra y este 2015 nos ha traído tres modelos para todos los gustos: Moto X Force en la parte baja de la tabla, Moto X Play en la mitad y este Moto X Style a la cabeza de la clasificación.
Lo cierto es que este terminal está llamado a competir con otros buques insignia como Galaxy Note 5, Nexus 6P o incluso con el Xperia Z5. En Motorola lo saben y por eso han echado el resto con este smartphone que tiene todo un pantallón de casi 6 pulgadas pero que no parece un mamotreto.
BIEN DOTADO
La parte técnica pone de manifiesto también que el terminal es casi un tope de gama: Android 5.1.1 (que será Marshmallow dentro de poco), procesador Snapdragon 808 de seis núcleos a 1,8 GHz (el mismo que tiene el Nexus 5X o el LG G4 y que tampoco es el más puntero del mercado actualmente), 3GB de RAM, batería de 3.000 mAh y 32 GB de almacenamiento, que pueden llegar hasta los 128 GB mediante microSD.
La pantalla se ve realmente bien, con unos colores potentes y buen brillo (importante recordar que tiene 715 nits, mientras que, por ejemplo, el iPhone 6s Plus se queda en los 593), gracias seguramente al cambio a IPS en el display. Y es que aunque se hayan sacrificado algunos aspectos, como algo de fuerza en el color o la efectividad del Active Display, la definición es sobresaliente.
En Motorola están especialmente orgullosos de la cámara principal del Style X, que con sus 21 megapíxeles ofrece una resolución que nos ha dejado sorprendidos, la verdad. Lo mismo sucede con los colores, captados con una naturalidad impresionante. Además el enfoque, incluso de cerca, está siempre a la altura de las circunstancias. Es una pena que el software nativo de Motorola no acompañe al buen trabajo de la cámara y que casi obligue a descargar el propio de Google y otro que nos resulte más práctico.
La cámara frontal es de 5 megapíxeles con flash LED y hace bien su trabajo. No tiene nada destacable ni por lo bueno ni por lo malo.
UN TELÉFONO "GORDITO"
Si hubiera que encasillar este teléfono en alguna categoría, más bien habría que ubicarla en la de 'phablets'. Es un smartphone grande y además "presume" de ello sin complejos. De hecho, lo más probable es que necesites las dos manos para utilizarlo.
A pesar de ello, el manejo resulta muy cómodo: se agarra bien, no resbala y la curva trasera, que Motorola sabe incorporar como nadie, facilita aún más el uso.
Pero como decíamos al principio, a pesar de ser un móvil grandote, no parece un armatoste. Las proporcionen están bien equilibradas y los finos marcos que rodean la pantalla hacen que nos fijemos en su gran pantallón más que en cualquier otra cosa. Eso sí, lo que no se disimula es el grosor, acentuado precisamente por la curva trasera: son 11 milímetros que, al colocar sobre la mesa, no pasan desapercibidos.
Por otro lado, a pesar de llamarse Style, no es un teléfono especialmente estiloso ni tiene detalles que lo hagan demasiado atractivo a la vista. Tiene un marco de aluminio, sí pero casi no se ve y en cuanto al color tampoco hay nada destacable, ya que sólo podemos elegir entre blanco o negro. Si al menos llegara a España Motorola Maker, que nos da la opción de configurar la cubierta trasera en diferentes colores o materiales como madera o cuero.
En cuanto al aspecto visual, Motorola no incluye demasiada personalización, dejando el sistema prácticamente como sería si viniera con Android puro. Únicamente añade tres funcionalidades/aplicaciones que lo cierto es que sólo suman al conjunto y no son de las típicas apps de relleno que enseguida se eliminan.
Por un lado tenemos Moto, un asistente que no sólo nos permite realizar preguntas y consulta con el teléfono apagado (al estilo Google Now), sino que además nos deja configurar gestos para realizar determinadas acciones al, por ejemplo, agitar el teléfono.
La segunda app sería el asistente de migración, ideal si venimos de otro sistema operativo pero que con las opciones actuales de copia de seguridad y de las propias cuentas de Google, no tiene demasiada utilidad si ya veníamos de un terminal Android.
Por último está Connect, una función para emparejar el teléfono rápidamente con otros accesorios de Motorola, como el 'smartwatch' o unos auriculares, permitiendo que además les saquemos todo el partido a estos dispositivos.
En resumen, el Moto X Style es un teléfono de notable alto. Ofrece un gran rendimiento que, sin ser el más alto de su gama, no tiene nada que envidiar a ningún otro smartphone. Quizás un procesador algo más potente habría redondeado 100 por ciento este Motorola, pero aún así es perfecto si quieres un móvil que juegue en primera, con una cámara espectacular y, encima, por 520 euros, unos 200 euros menos de lo que pagarías por otros modelos muy parejos de otras marcas.