MADRID, 28 May. (Carlos Hergueta/Portaltic) -
LG G3 ha presentado oficialmente su nuevo buque insignia, del que ya se conocían muchos datos. Además de por una potencia o cámaras acordes con un gama alta y con algunas novedades, el dispositivo destaca por una tremenda pantalla (tanto en tamaño, como en proporción y resolución/definición) y gran batería.
La toma de contacto con el LG G3 nos ha permitido comprobar que el diseño sigue la línea del G2, pero también las bien recibidas novedades. Al igual que hicieron HTC o Sony con sus última propuestas (One M8 y Z2), la surcoreana ha decidido no cambiar demasiado lo que funcionó el año pasado. Sin embargo, sí que hay cambios, tanto de diseño, como funcionales.
Finalmente no hay versión metálica, como se había rumoreado. De nuevo repite el policarbonato y aunque a priori la carcasa es similar a la del G2, en esta ocasión se puede retirar la tapa trasera para cambiar la batería, la tarjeta microSIM y, como novedad, la microSD. LG ha incorporado esta opción y permite utilizar tarjetas de hasta 2TB. El resultado no desmerece al de la carcasa 'unibody' y ha ganado en posibilidades, con lo que el cambio es de agradecer.
El micrófono también ha cambiado del canto inferior a la esquina inferior izquierda de la parte trasera de la carcasa, con una potencia de 1W. Aunque es un altavoz mono, suena con mucha potencia y bastante claridad. También en la parte trasera encontramos de nuevo los botones (volumen y encendido), que han perdido esa curva que tenía el G2, con lo que se adapta mejor a superficies lisas cuando lo dejamos descansar. Otro punto a favor, si lo comparamos con el G2.
De nuevo la parte trasera es curvada y debajo de la tapa encontramos una batería de 3.000 mAh, la misma que la del G2. Desde la compañía surcoreana nos han asegurado que el rendimiento vendrá a ser el mismo, lo cual no puede ser más positivo, puesto que el anterior buque insignia de LG aguantaba siempre más de un día con un uso intenso y esa duración se podía multiplicar por dos en un usuario medio. De lo mejor en el terreno de la gama alta, si no lo mejor.
Aunque las cámaras (la trasera es de 13MP y la interior de 2MP) nos las hemos podido probar con detenimiento, mantendrá el buen nivel del anterior modelo, pero con algunas mejoras. De la cámara principal destaca el enfoque mediante láser (ubicado a la izquierda del objetivo) que aumenta la velocidad y el doble flash LED (a la derecha), que calibra mejor la cantidad de luz que recibe el objeto a retratar.
El último punto a repasar en esta toma de contacto es la pantalla, que en todos los sentidos ha ganado con respecto al anterior modelo, y que además a priori tiene varias ventajas con respecto a la competencia. Para empezar, está sus impresionantes resolución y definición. El panel está compuesto por 2.560 por 1.440 píxeles (la resolución del G2 era de 1920 por 1080 píxeles), lo que en sus 5,5 pulgadas nos deja una impresionante densidad de 538 puntos por pulgada.
Sin embargo, más allá de esta salvaje definición -que realmente va tan lejos que el ojo humano no lo aprecia en su justa medida- más importante es el tamaño y el 'ratio' de la pantalla, que sin duda consiguen el mejor resultado del mercado. Aún a día de hoy, cuando cojo el G2, me sorprende la presencia de su pantalla de 5,2 pulgadas en un 'smartphone' muy compacto y el G3 va aún más lejos. El tamaño ha aumentado hasta 5,2 y la proporción pantalla-superficie es del 74 por ciento. Esto quiere decir que apenas hay marco y que a pesar de tener la misma pantalla que el Xperia Z2, es más pequeño que este, y que aunque tiene 0,4 pulgadas más que el Galaxy S5, tiene su mismo tamaño.
Por último, una mención a la nueva funda Quick Circle, cuyo diseño me gusta, no solo estéticamente, sino que además es muy compacta y apenas amplía el tamaño del terminal. Sin embargo, como ocurre con otras fundas, como la del Note 3, los accesos directos están tan limitados a las propias 'apps' del fabricante que apenas son útiles. Además, como esa ventana es hueca y nos deja tocar directamente la pantalla, seguramente ese círculo del panel acabe rayándose notando desgaste por el uso, eliminando en parte la utilidad de una funda.
PRIMERA IMPRESIÓN
Aunque a nivel personal lamento que LG se haya olvidado de hacer su G3 resistente al agua o ponerle un lector de huellas para el desbloqueo, funciones que particularmente me encantan, su propuesta no puede ser más atractiva. Al margen de la cámara o el rendimiento, que se moverán aproximadamente en la línea de los mejores, el LG G3 destaca por su gigantesca pantalla en un teléfono compacto y un rendimiento de batería que si sigue la línea de su predecesor -y nada indica que no vaya a ser así- serán dos buenas razones para destacar. Llegará a las tiendas españolas en julio.