Robohon, el adorable robot con un ambicioso plan: sustituir al iPhone

Actualizado: jueves, 17 marzo 2016 9:28

   MADRID, 17 Mar. (EDIZIONES/Portaltic) -

   Te levantas por la mañana, tu teléfono te reconoce y te saluda con un "buenos días". "¿Me puedes leer mis mensajes nuevos?", le preguntas. Ya vacía la bandeja de correos, le pides que te ponga música y te metes en la ducha, mientras él proyecta un videoclip en la pared y se queda bailando sobre la mesilla de noche.

   El robot-teléfono móvil Robohon, construido por la compañía Sharp, es un objeto de deseo. Y el objetivo de su creador, el profesor Tomotaka Takahashi, no es pequeño: que se convierta en el sustituto del iPhone. Desde luego no será por innovación y carisma. Nada más ponerle los ojos encima por primera vez, uno ya se lo quiere llevar a casa.

   El reto no es fácil. El profesor Takahashi, que recientemente visitó España, cree que esta mutación de 'smartphone' a robot puede ser el próximo gran invento del mundo de la telefonía. Después de crear decenas de robots, entre los que se encuentra Kirobo -el androide astronauta que viajó a la Estación Espacial Internacional- cree que Robohon puede ser el nuevo iPhone.

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   "Mi gran objetivo es que los robots sustituyan a los 'smartphones'. Steve Jobs creó el concepto, en Apple hicieron un gran trabajo marketing y ahora son parte de nuestra vida", apunta Takahashi. "Creo que los robots pueden ser algo así. Pueden ser parte de nuestra vida. Y no en nuestra casa, sino en nuestro bolsillo; un robot debe ser algo personal".

   El profesor apunta hacia una realidad dentro del mundo de la tecnología en general y de la telefonía móvil en particular: prácticamente ha tocado techo. Los 'tablets' vivieron tiempos de gloria, pero ahora están estancados; y los 'smartwatches' no han vendido tanto como los teléfonos. No van a salvar a los grandes gigantes, mientras las ventas de la gama alta de 'smartphones' se estanca, algo que están acusando los líderes de la industria.

"TENEMOS QUE CREAR ALGO DIFERENTE"

   Según Takahashi, la salvación para las grandes tecnológicas podrían ser los robots. "Tenemos que crear algo diferente a los teléfonos", opina; "actualmente un smartphone es algo demasiado perfecto porque toda la innovación ya se ha hecho. Las compañías están empezando a perder dinero, porque cada vez son más baratos y cada vez más compañías compiten. Y nuevos productos como el reloj no tienen tanto sentido".

   El profesor Takahashi considera que los robots pueden aportar algo muy importante a la computación personal: humanizarla, gracias al aspecto del dispositivo, su inteligencia artificial y al reconocimiento de voz. Robohon "hace un gran uso del reconocimiento de voz", indica su creador. "En teléfonos lo que hacemos es hacer preguntas tontas (a los asistentes por voz), luego nos olvidamos y no lo utilizamos.

   "Las personas somos seres sociales. Por ejemplo, hablamos con nuestras mascotas, aunque no nos entiendan o no nos respondan. Si damos humanidad a los robots y lo combinamos con lo mejor de los teléfonos, puede suponer un gran salto a la forma en la que interactuamos con la tecnología; con nuestro teléfono".

   Robohon reconoce y entiende a su dueño cuando le habla. Es capaz de leer "en voz alta" correos electrónicos o mensajes de texto. Incluso gesticula según el contenido de los mismos: un baile, una reverencia... "Es muy bueno para pedir disculpas", bromea el profesor Takahashi. En caso de que el usuario quiera interactuar directamente, tiene una pantalla táctil en su espalda y un proyector para poder leer y ver fotos o películas en mayor tamaño.

EL POTENCIAL DE ROBOHON

   Aunque se mueve mejor que Tony Manero en Fiebre del Sábado noche, Robohon no es perfecto. La pantalla es demasiado pequeña, su cuerpo demasiado grande y el proyector debe mejorar su calidad. "Cuando vimos el primer 'smartphone' no era perfecto, pero tenía potencial", señala Takahashi. En este caso, el potencial es hablar con él, interactuar, ver cómo se mueve y tener "un mayor enlace emocional" con el teléfono.

   El siguiente paso para Robohon, apunta el profesor, es hacerlo "más pequeño e inteligente". También la ayuda de compañías de desarrollo de 'software', para que aumente el ecosistema de aplicaciones para Robohon. En este sentido, Takahashi reconoce que el interés de la comunidad de desarrolladores y de la industria "ha sido muy grande".

   El pequeño Robohon ha iniciado un interesante viaje que estará lleno de peligros. Tendrá que seguir creciendo y hacer frente a otros problemas añadidos, como su precio. Como pieza de tecnología vanguardista que es, no será barato, con un precio que será aproximadamente "el doble que un 'smartphone' de gama alta", indica Takahashi. Es decir, en torno a los 1.500 euros.

   Sin embargo, tal y como lo ve el profesor Takahashi, "lo más importante es cambiar la forma en la que nos relacionamos con los robots y con los 'smartphones'", porque pueden ayudarnos a tener vidas más sociales y a "sentirnos menos solos".