MADRID, 16 Mar. (Portaltic) -
El Touch ID de Apple o el sensor capaz de monitorizar los latidos de corazón de los nuevos Galaxy de Samsung no sólo nos permitirán, en un futuro, identificarnos sin errores. Los expertos creen que la cantidad ingente de datos sobre nuestra salud que pueden recopilar las nuevas tecnologías podrían cambiar por completo la ciencia médica.
Según ha explicado la doctora Leslie Saxon, fundadora del Centro para la computación del cuerpo (Center for Body Computing) de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles, toda la información médica que se recolecte a través de los sensores biométricos de smartphones o tablets servirá, incluso, para predecir las futuras epidemias que azotarán el mundo.
"Consultamos nuestros teléfonos una media de 150 veces al día; si, cuando lo desbloqueamos, midiéramos nuestra frecuencia cardiaca o nuestra tensión, podríamos mandar una enorme cantidad de datos médicos que transformaría la medicina y el modo de tratar a los pacientes de cardiólogos de todo el mundo", explica Saxon.
Toda esa información podría analizarse para crear pautas que se repitieran en todo el planeta e, incluso, detectar enfermedades que tuvieran más incidencia de lo normal. Así, los sensores biométricos podrían ayudar a los científicos y doctores de todo el mundo a reaccionar antes ante posibles epidemias, como la de ébola que puso al mundo en vilo en 2014 y que persiste en África.
Por supuesto, los teléfonos inteligentes aún no han llegado a este punto y no todos cuentan con identificadores de este tipo. Eso sí, Saxon cree que en un futuro próximo la mayoría de los dispositivo inteligentes optarán por incluirlos.
El mayor escollo a salvar, según Saxon, sería el de la privacidad. En su opinión, se necesita una regulación más estricta para evitar por todos los medios que estos datos se modifiquen al gusto o acaben en manos de hackers o de organismos especialmente interesados en la salud de algunos usuarios.