MADRID, 12 Sep. (Carlos Hergueta/Portaltic/EP) -
Nadie puede negar que Steve Jobs, uno de los co-fundadores de Apple, era un gran visionario. Dejando a un lado sus muchos otros aciertos, gracias a su forma de liderar Apple vimos nacer los primeros 'smartphones' y 'tablets' que de verdad funcionaban bien. No supo ver, sin embargo, el éxito de las grandes pantallas.
El iPhone y el iPad se convirtieron en el modelo a seguir por todos los fabricantes de dispositivos inteligentes y bien es sabido que Jobs era contrario a cambiar su formato. El teléfono se movió durante años entre las 3,5 y las 4 pulgadas y el iPad no quería bajar de las 10.
Es bien conocido que Jobs cargó con fuerza contra los 'tablets' de tamaño reducido, cuando la competencia se disponía a contraatacar al iPad con modelos de 7 pulgadas. El co-fundador de Apple pronosticó que los dispositivos de esta categoría "saldrían ya muertos".
Evidentemente no fue así. Las tabletas más pequeñas que competían con el iPad no arrasaron en sus primeros meses de vida, pero tuvieron una acogida razonablemente buena, fueron proliferando y casi todos los competidores de Apple fueron sacando sus apuestas. Finalmente Apple, ya con su "padre" desaparecido, se adentró en el terreno con un iPad de 7,9 pulgadas, el iPad Mini, en 2012.
Ahora ha vuelto a ocurrir con el iPhone lo mismo que ocurrió con el iPad. En 2010, en una rueda de preguntas tras la presentación del iPhone 4, Steve Jobs dijo que nadie iba a comprar "un teléfono grande", ya que "no puedes utilizarlo con una mano". Descartaba así que el iPhone subiese hasta las 5 pulgadas.
Sin embargo, el pasado martes, la compañía de Cupertino bajo el liderazgo de Tim Cook materializó su cambio de parecer al presentar dos modelos de iPhone 6, que crecen hasta las 4,7 y 5,5 pulgadas, claramente superiores a lo que Steve Jobs consideraba que era idóneo.
Es cierto que en 2010 la tendencia era la de hacer teléfonos que rondasen las 4 pulgadas. Sin embargo, otras compañías, con Samsung al frente, empezaron a apostar por terminales de grandes. La surcoreana comenzó a hacer crecer su buque insignia con el Galaxy S2, que en 2011 subía a 4,3 pulgadas, y el S3, en 2012, de 4,8.
Esta compañía, incluso, inventó una nueva categoría de 'smartphone' que sonaba descabellada, los 'phablet', pero que finalmente demostró ser un éxito. El primer Galaxy Note se presentó en 2011 y su pantalla de 5,3 pulgadas parecía gigantesca por aquel entonces. Hoy la del iPhone 6 Plus es de 5,5.
Los 'phablets' son ya un éxito y los 'smartphones' que rondan las 5 pulgadas se han convertido en la norma entre los buques insignia. Combinar ambos formatos se ha convertido en la estrategia de gigantes como Sony o Samsung y ahora ha sido Apple la que se ha subido al carro.