MADRID 23 Nov. (Carlos Hergueta/EP) -
Mario nunca ha sido un solitario. De hecho, si sus aventuras empezaron fue porque un mono le robaba a su novia. Y no una novia cualquiera, una princesa nada menos. Además, Mario tiene un hermano con el que se lleva bien, Luigi, y varios amigos que le echarían un cable sin pensarlo, como Toad o Yoshi. Sin embargo, fuera de la consola sólo un jugador podía participar y eso es lo que 'New Super Mario Bros. Wii' viene a cambiar después de 29 años de vida.
Lo mejor:
- Desarrollo clásico 2D, que demuestra su capacidad de diversión tantos años después.
- Gran diseño de niveles y control sobre el personaje, una tarea en la que Nintendo siempre cumple.
- Multijugador a cuatro que le va muy bien al título y se ajustan a la construcción de las fases.
Lo peor:
- Los gráficos son bonitos pero muy desfasados. Las 3D se limitan a los personajes y algunos elementos.
Peach no puede estar tranquila ni en su cumpleaños. Cuando se encuentra con su chico, Mario, su cuñado, Luigi, y varios Toads gorrones a punto de disfrutar del pastel, aparece Bowsy, el hijo de Bowser, y la secuestra. Como otras muchas veces antes, el fontanero no duda en emprender el rescate de la princesa. En cada mundo tenemos que superar 7 niveles y encontramos algunos enfrentamientos extra y distintas "casas-seta" donde conseguir premios.
El objetivo de cada fase es el mismo de siempre: avanzar de izquierda a derecha hasta llegar a la meta. Avanzamos con la cruceta digital, corremos y agarramos objetos con 1 y saltamos con 2. Agitando el mando Mario hace un giro heredado de 'Galaxy' y también usamos la detección de movimiento para orientar algunas plataformas.
DISEÑO SOBRESALIENTE.
Nintendo ha vuelto a demostrar su buen hacer en el diseño de niveles. El camino arranca como un paseo muy sencillo y así se mantiene en los primeros mundos. Es en los últimos cuando la dificultad comienza a dispararse y a "volatilizar" nuestra reserva de vidas. A pesar del gran número de fases, cada una representa un nuevo reto y ofrece nuevos tipos de plataformas, juegos de cámara, peligros que acechan...
Decir que en muchas ocasiones llegar al final del nivel no será el gran quebradero de cabeza sino recoger todos los objetos, como monedas normales o monedas rojas y azules. También han vuelto las grandes monedas estrella -tres por nivel-, que podemos emplear para comprar "pistas" -que no son otra cosa que jugadas maestras que podemos intentar emular en diferentes niveles- en el castillo de Peach.
Cada mundo cuenta con dos castillos, custodiados siempre por uno de los hijos de Bowser. El primero lo encontramos a la mitad del mapa y el segundo al final. Mientras que el primer enfrentamiento resulta de toma de contacto, el segundo es algo más complicado.
CONCHAS, SETAS, DISFRACES...
Como decíamos, los 'power ups' vuelven en un terreno que hay novedades y viejos conocidos. Las conchas que dejan las tortugas al ser pisadas suelen ser un arma habitual pero más aún lo son las bolas de fuego del traje blanco que nos otorga la flor, que ya no es la única del juego. Una nueva flor otorga a Mario el poder de lanzar bolas de nieve que congelan a los enemigos.
Otro traje nuevo es el casco-hélice que permite al protagonista planear. Agitando el mando, Mario se propulsa hacia arriba para después descender planeando lentamente -aunque también podemos acelerar su caída pulsando abajo y convirtiendo a Mario en una taladradora-.
Pero la gran estrella de las novedades es el traje de pingüino, que no sólo permite a Mario lanzar bolas de nieve, sino también desplizarse sobre su estómago y nadar sin tener que pulsar el botón de brazada -únicamente hay que mover la cruceta en la dirección deseada al igual que en la rana de 'Mario Bros. 3'-.
En cuanto a las setas: vuelve la roja que hace crecer a Mario, la verde que le concede una vida y regresa desde Nintendo DS la azul que le encoge hasta el tamaño de un pitufo. Sí se ha quedado por el camino la mega-seta que convertía a Mario en gigante.
Otra alegría de los fans del fontanero llega con el regreso de Yoshi, el dragon que se traga casi cualquier objeto o enemigo y permite a Mario saltar más.
En definitiva, 'New Super Mario Bros. Wii' ofrece en solitario un desarrollo clásico, con nuevas variantes de plataformas, enemigos e ítems a estrenar. Quizá resulte demasiado sencillo de forma global, pero sin que la diversión decaiga. En unas 9 horas acabamos todos los niveles pero siempre podemos volver atrás para encontrar a alguno de los Toads escondidos en los ya superados o recoger las monedas estrellas.
Pero, por supuesto, aún queda algo más que hacer: jugar en compañía.
CON TRES AMIGOS.
Esta sí que es nueva. Nos habíamos acostumbrado a que Mario hiciera más cosas aparte de saltar, como pilotar karts o jugar al tenis, y también era lo normal que pudieramos participar junto a otros tres amigos. En cambio, esto no era algo habitual -tampoco inédito- en los juegos de plataformas.
Comenzamos a jugar de forma cooperativa -normal- y vamos desbloqueando niveles que suman puntos de forma competitiva. Sin embargo, elijamos lo que elijamos, la experiencia siempre ofrece cierto grado de competición y una diversión increíble. Así, el desarrollo cambia mucho al jugar en compañía y obliga a los jugadores a coordinar sus acciones o, llegado el caso, a hacerse perrerías unos a otros.
En la vertiente meramente competitiva encontramos un modo libre y la caza de monedas. El primero exige llegar a la meta y contabiliza puntos por todas las acciones -monedas, matar enemigos, recoger ítems-, mientras que el segundo es el más competitivo y tan sólo cuenta las monedas que recoge cada jugador, llegue o no al final de la fase.
Esto crea una dinámica de juego impagable que completa una de las mejores opciones multijugador de cualquier consola, solo comparable a la de 'LitteBigPlanet' en PS3. Además, permite recurrir a una burbuja que evita que nos caigamos sin parar y permite a los jugadores entrar y salir en cualquier momento de la partida.
APARTADO TÉCNICO.
Este apartado queda en un segundo plano en un título como éste, cuyo control, desarrollo y diversión son su espina dorsal. Los escenarios han sido creados mediantes planos de 'scroll' -tres planos concretamente- en 2D totalmente planos, aderezados con escasos elementos en 3D. También son poligonales los personajes -como ocurría en DS-, que se integran a la perfección en el entorno.
Las melodía echan mano de clásicos de la saga y las sonidos de los personajes vuelven a nuestros oídos con una sensación de 'deja vu'. En definitiva, una realización técnica muy convencional, que aunque limpia y efectiva, se queda demasiado en lo clásico y mantiene al jugador en una línea recta, sin sorpresas ni alegrías. ¿Para cuándo un Mario con desarrollo 2D pero con espectaculares escenarios tridimensionales al estilo 'LittleBigPlanet'?
CONCLUSIÓN.
Mario al cuadrado. Si jugar en solitario es tan divertido como siempre, la experiencia a cuatro ha demostrado que casa a la perfección a los juegos de plataformas. Siempre con unos niveles que resultan entrenidos los juegue el número de jugadores que los juege. El apartado técnico está alejado de los tiempos que corren pero resulta llamativo y fiel a la experiencia de juego. Un nuevo imprescindible de Nintendo para una de sus consolas.
NOTAS:
Gráficos: Coloristas y con niveles magistralmente diseñados pero muy simples; sin apenas efectos. Cámara perfecta y motor fluido. 8.
Sonido: De nuevo un aspecto sencillo hasta el extremo. Las melodías, "voces" y sonidos FC vienen en su mayoría de juegos anteriores. 8.
Diversión: Aquí es donde el juego saca pecho. Disfrutarlo en solitario es entretenido pero en compañía es un hito para los fans de Mario. 9,6.
Total: Mario ha vuelto para demostrar que nadie le puede ganar la batalla de los saltos y la diversión. Un IMPRESCINDIBLE de Wii que hay que probar en compañía. 9,2.