Los ciberacosadores también pueden ser víctimas y deben de ser tratados

Actualizado: miércoles, 22 abril 2015 17:08
icle class="NormalTextoNoticia" id="CuerpoNoticia" itemprop="articleBody">
Foto: REUTERS/INA FASSBENDER

MADRID, 22 Abr. (Portaltic) -

   El mal uso de las redes sociales puede acabar en un problema de ciberacoso. Las víctimas de este tipo de ataques suelen presentar los mismos síntomas: estrés, humillación, ansiedad o incluso sentimientos de soledad. Es lógico empatizar con las víctimas e intentar entender su situación.  No obstante ¿qué pasa con los acosadores cibernéticos? ¿tienen que sentirse avergonzados por hacer lo que han hecho? o por el contrario ¿deberían ser ayudados ya que puede haber algún trastorno mental detrás?.

   Katie Crosslin decidió investigar sobre este tema con el objetivo de comprender mejor este fenómeno. Para ello llevó a cabo diferentes entrevistas grupales con estudiantes universitarios; en ellas Katie Crosslin intentó entender sus experiencias. Uno de los estudiantes admitió que se había creado una cuenta con un alias en redes sociales y que con ella se dedicaba a atormentar a una chica que al parecer le había hecho daño hace varios años.

   Las cibervíctimas tienen que convivir durante mucho tiempo con síntomas depresivos, una baja autoestima e incluso, ansiedad. Los medios siempre nos han mostrado los casos más extremos, aún así este problema esté presente en nuestras vidas constantemente aunque para muchos pase desapercibido.

   La mayoría de las veces vemos a los acosadores como personas que carecen de sentimientos. Y esto no debería de ser así ya que esta investigación ha llegado a la conclusión de que los ciberacosadores pueden ser personas que por diversas circunstancias necesiten tratamiento médico. Es probable que muchos de ellos tengan problemas de salud mental ya que fueron víctimas en el pasado y aún viven con ese trauma emocional.

   En este sentido ¿cómo deberíamos tratar a este tipo de personas? En estos momentos existe cierto debate relacionado con el tema ya que algunos prefieren la criminalización del cyberbullying, mientas que otros creen que es mejor la rehabilitación.

   Mientas el debate se soluciona hay que encontrar soluciones. Una vez que se sabe que las personas agresivas son así por haber estado expuestos a problemas similares en su niñez o juventud, lo que tendría que hacer la sociedad es detener el ciclo y en vez de centrarse sólo en las víctimas, darse cuenta de que algunos de los acosadores en su día también pasaron por ello. Si las víctimas no reciben el tratamiento adecuado pueden decidir tomarse la justicia por su mano y acabar convirtiéndose en algo que realmente no quieren ser.

   Esto no quiere decir que tengamos que minimizar la gravedad del acoso cibernético sino que para resolver este problema es necesario abordar los trastornos que tienen tanto los acosadores como las víctimas.