MADRID, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
Sentir euforia o satisfacción cuando se está frente al ordenador y angustia o inquietud cuando no se está conectado, son dos de los síntomas que pueden ayudar a detectar si los adolescentes están sufriendo adicción a Internet o la redes sociales, según la Sociedad Española de Pediatrías Extrahospitalaria de Atención Primaria (SEPEAP).
"Las adicciones son hábitos repetitivos difíciles de controlar que comprometen la salud y la vida social de quien las padece", destacan desde la sociedad que advierte de un aumento en la preocupación de los padres que ven como sus hijos podrían encontrarse en esta situación.
Desde la sociedad se recuerda que el supuesto anonimato de la red expone a los menores a riesgos sociales de los que no son conscientes y, por tanto, los niños no deben tener dispositivos en su habitación, sino usarlos en compañía o cercanía a sus padres.
"El anonimato, que ofrece tanto una sensación de control interno, como la desinhibición e irresponsabilidad, así como la accesibilidad constituyen factores predisponentes a esta adicción", añaden.
Este factor, sumado a la "falta de madurez" de los niños y adolescentes supone exponerlos a los mismos riesgos a los que se enfrentan en la sociedad, "pero sin que ellos sean conscientes de los mismos".
En el caso de los niños y jóvenes existen otros signos de alarma pueden llevar a pensar que existe este problema: cuando descuidan sus tareas escolares para pasar más tiempo en Internet; cuando comprobamos que desde que descubrió la red su rendimiento escolar baja sensiblemente; y cuando las tarifas que se pagan de teléfono aumentan considerablemente.
Asimismo, si reacciona con irritación cuando se lo interrumpe o se le imponen limitaciones horarias al uso del ordenador; cuando abandonan hobbies, aficiones y actividades de tiempo libre para pasar más horas frente al ordenador; o cuando los encuentros con sus amigos se hacen cada vez menos frecuentes o incluso llegan a abandonar a sus amistades reales para pasar más tiempo frente al ordenador conectados con las amistades virtuales.
Los expertos no recomiendan que los niños tengan acceso desde su habitación, "la accesibilidad limitada a Internet es un elemento esencial de profilaxis", y, por tanto, "la limitación debe ser espacial, horaria y de contenidos". "Es recomendable que el dispositivo desde el que se conectan esté en la habitación común, no donde puedan encerrarse", reiteran.
En su opinión, "los contenidos pueden limitarse mediante programas de protección parental, mientras que la limitación horaria debe ser fruto de un pacto entre los padres y los hijos".
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