MADRID, 7 May. (Portaltic) -
Cuando en 2014 el brote del ébola estaba en su punto álgido algunos investigadores argumentaron que su contagio podría haber sido frenado usando correctamente los datos almacenados de nuestros teléfonos móviles.
Las llamadas, las redes sociales y otros registros de geolocalización muestran cómo se mueve realmente la gente. Es decir, los teléfonos móviles podrían ayudar a los médicos y demás trabajadores implicados en una pandemia a predecir donde serán los próximos lugares en los que se desarrollará la enfermedad y así estar preparados en caso de que ocurra.
Cada vez que alguien realiza una llamada la red registra estos datos: el número que hace la llamada, el número que la recibe, la hora de inicio, la duración, el número de identificación del teléfono que realiza la llamada e incluso el número de identificación de la tarjeta SIM utilizada para realizar la llamada.
Sin estos registros las redes serían incapaces de conectar las llamadas o de hacer las facturas. En este sentido muchas, no están muy de acuerdo con la idea de compartir esta información. ¿Cómo podrían utilizar las operadoras estos datos para ayudar a otras personas y a la vez proteger sus propios intereses y los de sus clientes?
Un buen ejemplo se puede encontrar en África donde Orange, una red de telefonía móvil francesa con intereses en varios países africanos, tiene un programa llamado "Datos para el Desarrollo". Este programa ofrece a los investigadores la oportunidad de acceder a los datos de las llamadas en busca de pistas sobre los problemas del desarrollo.
Después de su éxito en Costa de Marfil, este año Orange ha decidido extenderlo a Senegal. Su principal objetivo es que a través de estos datos los científicos e investigadores encuentren nuevas formas de fomentar el desarrollo en la salud, la agricultura, el transporte o la planificación urbana o la energía.
LA CLAVE: QUE LOS DATOS SEAN ANÓNIMOS
En primer lugar Orange recoge los registros de las llamadas de todo el país. Posteriormente vuelve estos datos completamente anónimos. Para ello oculta cierta información y divide la que tiene en tres conjuntos.
El primero de ellos revela la franja horaria en la que se hizo la llamada. Por ejemplo si sólo hay una llamada a las 3 de la mañana en un parque nacional, lo más probable es que la llamada hubiera sido hecha por el guardia del parque. La segunda columna está destinada a realizar un seguimiento de cómo las personas se mueven por el país. El tercer conjunto también analiza cómo se mueven las personas pero de forma más específica; es decir, se fija en los caminos y las rutas principales.
Con el fin de mejorar la privacidad, Orange ha ajustado los datos haciendo pequeños cambios en el tiempo de las llamadas o en la ubicación de la antena para mantener el anonimato de los usuarios. Una vez hecho todo esto los datos se consideran seguros para que investigadores y científicos realicen estudios sobre cómo ayudar al desarrollo de determinados países.