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MADRID, 27 Abr. (Portalgeek) -
Pasar algún tiempo dentro de una cárcel es algo que probablemente nadie quiera experimentar. Mucho menos si esa estancia se prolonga durante 36 largos años. Pero ahora piensa que el condenado fuese en realidad inocente.
Este es el caso de Michael Hanline, de 68 años, quien en 1987 fue declarado culpable por el asesinato a tiros de J.T. McGarry, también conocido como Mike Mathers, un vecino del condado de Ventura. De acuerdo con la acusación de los fiscales, ambos formaban parte de un "trío amoroso" y el asesinato se cometió "en el transcurso de un robo".
Sin embargo, varios informes policiales cuestionan el testimonio de la que por aquel entonces era novia de Hanline, Mary Bischoff, a la que se le concedió inmunidad y fue un testigo clave en el juicio. Además de esto, nuevas pruebas de ADN "ponen en duda" la sentencia y han permitido que Hanline haya sido puesto en libertad.
Las primeras palabras de Hanline, al salir por primera vez a la calle tras 36 años de injusta reclusión, son sobrecogedoras. En noviembre de 2014, explicó que montar en un coche para él era como montar en "un cohete hacia el espacio" y que ver el mundo fuera de la cárcel, después de tantos años entre rejas, le parecía como si "no fuera real".
Hanline deja claro que la felicidad, muchas veces, está en las pequeñas cosas. Una de las cosas que más echaba de menos y de las primeras que hizo fue ir a una hamburguesería a comer una hamburguesa "como la de los anuncios". El hombre, en el mostrador, ni siquiera sabe de qué tamaño debe pedir la hamburguesa y, tras dar el primer bocado, dice: "Así que es así como sabe la carne, ¿eh?".
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La liberación de Michael Hanline fue posible gracias al California Inocence Project, que está tratando de demostrar la inocencia de algunos convictos encarcelados, supuestamente, de forma errónea.