MADRID, 14 Jul. (Portaltic/EP) -
Los centros de datos ('data center', DC) pueden verse afectados por el calor en el exterior, hasta el punto de que las temperaturas de más de 40 grados ponen el riesgo su funcionamiento.
Así lo han destacado los expertos de fdata, unidad de data center de fibratel, que han destacado que el calor es uno de los principales enemigos de los centros de datos, debido a que su infraestructura necesita mantener una temperatura de entre 17 y 21 grados para garantizar su funcionamiento óptimo.
De hecho, si se supera los 25 grados, un aumento que se puede ver influenciado por agentes externos como una ola de calor, se debe solucionar de forma imediata para evitar que afecte a la instalación.
Debido a que España acaba de pasar por otra ola de calor, con temperaturas que en muchos territorios superan los 40 grados, los especialistas de fibratel han destacado que el principlal riesgo que supone el calor de estos CPD es el sobrecalentamiento de los equipos que lo forman.
En caso de que esto suceda, afecta tanto a nivel físico como digital, puesto que los sistemas fallan, imposibilitando el funcionamiento en su totalidad o bien provocando una bajada del rendimiento y períodos de inactividad.
Esto se traduce en pérdidas a nivel económico y de datos,a sí como una reducción de la credibilidad en las garantías que ofece la empresa propietaria de la instalación.
Por otra parte, debido a que las instalaciones necesitan mayor refrigeración de los equipos para hacer frente a las altas temperaturas, consumen más energía y recursos. Esto es clave, según los expertos, puesto que con un clima suave en el exterior se favorece el enfriamiento de los CPD, con un ahorro térmico de un 50 por ciento. Asimismo, las olas de calor también generan mayor riesgo de incendios, de modo que las infraestructuras también se pueden ver en peligro.
CÓMO AFRONTAR LAS OLAS DE CALOR
Para hacer frente a las olas de calor, desde fibratel proponen a estos centros de datos que cuenten con un plan de acción que contenga puntos básicos como la evaluación de los riesgos, las respuestas ante diferentes escenarios y la formación del personal en este aspecto.
También es conveniente realizar un monitoreo y análisis de la situación. Así, si se observa un aumento anómalo de las temperatutas en ciertos equipos, se podrán tomar las medidas necesarias para impedir que el problema se agrave.
Finalmente, es conveniente centrarse en el diseño de la infraestructura, puesto que en su configuración se deben terner en ceunta soluciones que den respuestas a las problemáticas que puedan plantear los sistemas.
En primer lugar, se debe valorar la localización del CPD, así como los sistemas de refrigeración de los que dispone, la energía, la seguridad y la tolerancia a los errores.