MADRID, 27 Ene. (Portaltic/EP) -
La dependencia de los jóvenes españoles al 'smartphone' ha crecido como consecuencia de los confinamientos que se decretaron el año pasado, meses en los que se sintieron más apegados a sus teléfonos móviles y cargadores, hasta el punto de preferir estos dispositivos antes que una cerveza o chocolate.
El uso de los móviles se ha disparado: siete de cada diez personas reconocen que han aumentado el uso del teléfono desde el comienzo del confinamiento, sobre todo los jóvenes de Francia, donde un 55 por ciento confesó haber pasado mucho más tiempo pegado al 'smartphone' este año, seguido de Italia (56%) y España (51%).
Los teléfonos móviles y los cargadores han llegado a convertirse en dos compañeros indispensables para muchos de ellos, incluso los consideran más valiosos que otros aspectos de sus vidas, como se desprende del estudio realizado por OnePoll para la compañía de tecnología móvil OnePlus, que que busca conocer cómo el confinamiento ha afectado al uso que hacemos de nuestro móvil.
A partir de las preguntas realizadas a usuarios de 'smartphones' de entre 18 a 35 años de edad de toda Europa, el estudio muestra que la dependencia ha crecido. Así, más del 95 por ciento reconoce que duerme con ellos en la misma habitación, casi ocho de cada diez lo tienen al alcance de la mano en todo momento y el 77 por ciento no puede dejar pasar más de treinta minutos después de despertarse para revisar las notificaciones de su teléfono.
La tendencia se mantiene entre los jóvenes españoles, quienes reconocen (89%) que necesita tener siempre el móvil en su mano, bolsillo o a la vista. Los británicos (32%) y españoles (30%) son los jóvenes europeos que reconocen que más sufren de nomofobia, una afección que describe el miedo irracional a permanecer un intervalo de tiempo sin el teléfono móvil.
Y se ponen nerviosos si empieza a agotarse la batería: el 81 por ciento de los españoles reconoce que sufre ansiedad, solo superados por los jóvenes italianos (82%). Ademas, alrededor del 6 por ciento de los encuestados españoles admite cargar su teléfono antes de que la carga baje del 50%.
Precisamente, la característica que más valoran los españoles a la hora de elegir un nuevo 'smartphone' es autonomía de la batería (64,6%), aunque también valoran el precio (64%), el almacenamiento (63%) y la calidad de la cámara (60%).
En el caso de los jóvenes europeos, cerca del 43% de los encuestados admite que carga el móvil al menos dos veces al día, mientras que un 2 por ciento lo hace durante cinco o más veces al día.
En los momentos que tienen poca batería, los españoles recurren a móviles de familiares o amigos (49%) o buscan bares o restaurantes para cargar sus móviles, ya sea preguntando al personal (32%) o usando directamente los enchufes disponibles (34%).
RENUNCIARÍAN A LA CERVEZA, PERO NO AL SEXO O A LOS AMIGOS
El estudio también preguntó a los encuestados si estarían dispuestos a renunciar a algo antes que a sus teléfonos móviles. Los resultados muestran que los españoles prefieren renunciar a quedarse sin bebidas alcohólicas, como cerveza, vino, copas (43%) o aperitivos como patatas fritas (33%) o chocolate (23%) antes que quedarse sin su móvil.
Según esta encuesta, en esto nos se parecen a los holandeses, donde el 44 por ciento de los encuestados prefiere renunciar al chocolate antes que a su teléfono, o a los finlandeses que renuncian al alcohol (46%) antes que a estar sin su 'smartphone'.
Sin embargo, hay prioridades claras para los españoles, ya que solo un 6 por ciento renunciaría al sexo y un 3 por ciento a dejar de lado a su mejor amigo por un teléfono móvil. Esas líneas también están claras para otros jóvenes europeos: solo cerca del 6% de los daneses preferiría dejar a sus parejas sentimentales antes que a su móvil, mientras que el 13% de los finlandeses preferiría quedarse sin coche.
En Alemania, sin embargo, el 4% elige perder un riñón antes que no tener móvil, en un porcentaje mayor que el de Francia e Italia juntos. Estos últimos, son los menos probables (4%) a renunciar al sexo o a su pareja antes que a sus móviles, mientras que el 31 por ciento de los franceses renunciaría a su serie favorita por pasar más tiempo con el móvil.