MADRID, 7 May. (Portaltic) -
En la era en la que vivimos que un adolescente tenga un móvil entre sus manos y sepa manejar los juegos y aplicaciones mejor que alguien de 50 años es lo más normal del mundo. Y no conviene que no sea así, puesto que los jóvenes que no tienen 'smartphones' pueden quedarse aislados.
Un reciente estudio publicado por Pew Research Center sobre los jóvenes adolescentes y la tecnología corrobora esta creencia, demostrando que el 88 por ciento de los adolescentes estadounidenses tienen un teléfono móvil. De éstos, el 73 por ciento tiene teléfonos inteligentes y un 15 por ciento tiene un teléfono móvil básico.
En consecuencia, los adolescentes de bajos ingresos no pueden participar en las conversaciones de aquellos compañeros con más posibilidades, que tienen un teléfono de mejor calidad. En este sentido en los últimos años estamos siendo testigos de lo que se podría llamar "brecha digital".
El verano pasado se desarrollaron diferentes talleres para adolescentes sobre la narración digital en el sur de Los Ángeles. Los jóvenes que participaron provenían de familias de bajos ingresos. Los investigadores desarrollaron un programa en el que trataban temas como compartir fotos o el uso de diferentes aplicaciones móviles ya que en un principio ellos pensaban que era lo que le apetecería más a los jóvenes.
REDES SOCIALES VS LOS TRADICIONALES SMS
Los resultados sorprendieron a los investigadores. Ninguno de ellos tenía una cuenta de Instagram y pocos habían compartido una foto en Internet alguna vez en su vida. Otro estudio reveló que la mayoría de los jóvenes que tenían amigos que no tenían smartphones utilizaban los mensajes de texto para comunicarse con ellos.
En estas comunidades son pocos los jóvenes que tienen teléfonos inteligentes por lo que los mensajes de texto es el método más utilizado para comunicarse entre unos y otros. Para ellos no es divertido estar en Instagram o Snapchat si sus amigos no están allí también.
El hecho de que haya estas diferencias significa que los adolescentes de bajos ingresos están excluidos de las redes sociales dominantes en su generación. Es más aquellos que no tengan un smartphone es probable que carezcan de la fluidez digital que alguien que si lo tiene. En este sentido habría que abordar esta nueva brecha antes de que las diferencias empiecen a ser más grandes.