MADRID, 7 Sep. (Portaltic) -
El uso de las nuevas tecnologías por parte de los más pequeños se ha cuestionado en más de una ocasión al tiempo que se le han reseñado numerosas ventajas, especialmente en el aprendizaje. Es un tema en debate continuo, y no es para menos, si se tiene en cuenta España encabeza la tasa más alta de Europa de niños, con edades comprendidas entre los 4 y 16 años, que utilizan las nuevas tecnologías a diario, según datos recogidos del INE.
Dada la imparable presencia de los dispositivos portátiles, las aplicaciones y los videojuegos en los entornos familiares y escolares, en la actualidad, se considera imprescindible la conjugación de dinámicas 'online' con juegos tradicionales para el buen desarrollo cognitivo y motriz del niño, partiendo de que la utilización de la tecnología para el entretenimiento y educación de los más pequeños tiene muchas ventajas.
Entre las ventajas, se ha destacado el acceso a una amplia variedad de juegos y contenidos educativos, las dinámicas interactivas que involucran, así como el hecho de que llaman la atención de los más pequeños y el desarrollo de capacidades cognitivas.
Sin embargo, también tiene su parte de riesgo si se utiliza en exceso o de forma compulsiva, pues puede reducir la capacidad de socialización del menor, generar adicción, alterando así su comportamiento, e, incluso, el niño puede acceder a contenidos poco apropiados o llegar a ser víctima de acoso o 'ciberbullying'.
COMBINAR JUEGO ONLINE Y TRADICIONAL
Desde el punto de vista neurocientífico, como ha señalado Sciende4You, los juegos tradicionales o dinámicas 'offline' fortalecen dos áreas del cerebro: el cerebelo que coordina los movimientos y el lóbulo frontal que está relacionado con la toma de decisiones. Además ayudan a desarrollar múltiples habilidades.
Los juegos tradicionales son el vehículo más eficaz para trabajar la capacidad de atención, la memoria y la asociación y resolución de problemas. Con ellos, los niños aprenden conceptos y conocimientos de forma autónoma mientras juegan, ayudan a la socialización del niño, así como aumentan la capacidad organizativa y de convivencia en el juego con el resto de amigos y la capacidad de lenguaje, expresión, ingenio e imaginación.
Por tanto, si se combinan dinámicas 'online' con juegos educativos, se puede llegar al punto de equilibrio óptimo para un mejor desarrollo del niño.
GENERAR HÁBITOS SALUDABLES
A continuación, desde Science4You, se ha recopilado una lista de las pautas a seguir por los padres para generar unos hábitos que favorezcan el desarrollo del niño:
-Habla con tu hijo para llegar a un acuerdo y elaborad juntos un horario de actividades donde se intercalen días de uso de nuevas tecnologías y dinámicas o juegos 'offline'.
-Combina estas acciones con la práctica de algún deporte
-Vigila y controla los contenidos a los que accede tu hijo. Conoce sus contraseñas y revisa semanalmente su actividad.
-Evita que tenga perfiles en redes sociales hasta los 16 años para prevenir acosos y engaños.
-Vincula o relaciona las acciones 'online' con las 'offline' para despertar su interés por ambas.
-Involúcrate y juega con tu hijo. Forma parte de esta experiencia y comprobarás que aumentará la confianza y la complicidad entre ambos.
-Responsabilízale del uso y mantenimiento del juego. Encender y apagar el dispositivo de forma correcta, registrarse en el juego, montar y guardar el juego correctamente, etc. De esta manera desarrollará habilidades para el uso de las nuevas tecnologías y responsabilidad y organización respecto al juego.
La clave está en ofrecer al niño una buena educación sobre el uso de Internet y un consumo responsable de las nuevas tecnologías que, combinado con juegos educativos tradicionales, convierte el aprendizaje y la diversión del niño en una experiencia eficaz para su desarrollo.