MADRID, 25 Nov. (EDIZIONES/Portaltic) -
Después de seis años de búsqueda, los ingenieros encargados de la limpieza de Fukushima lograron encontrar el combustible de barras de uranio que se fugó al mar tras el accidente nuclear de la central. Este descubrimiento no habría sido posible sin la utilización del Mini-Manbo, un robot sumergible especialmente diseñado para operar en entornos radiactivos.
Este robot de tamaño compacto --cuyos creadores llaman 'pequeño pez luna'-- está hecho con materiales resistentes a la radiación e incorpora un sensor que avisa sobre puntos calientes y peligrosos en la superficie del reactor. Gracias a su diseño, el Mini-Manbo logró transmitir el pasado mes de julio las primeras imágenes del combustible nuclear que quedó sumergido en el mar tras el tsunami que afectó a Japón el 11 de marzo de 2011.
La excesiva radiación y la gran cantidad de escombros hicieron que otros robots sumergibles dedicados a la exploración quedasen atrapados o sufrieran cortocircuitos. No fue el caso del Mini-Manbo, que gracias a su pequeño tamaño comparable con el de una caja de zapatos y sus hélices, logró navegar durante tres días entre los restos hundidos del reactor 3 de Fukishima, uno de los más afectados durante la catástrofe.
Fue ahí donde se encontraron las barras de uranio usadas como combustible en la central nuclear, que durante el accidente se sobrecalentaron y derritieron, logrando fundir las contenciones del reactor y alcanzado el lecho marino.
El robot fue creado por la empresa japonesa Toshiba y el Instituto Internacional de Investigación para el Desmantelamiento Nuclear (IRID, por sus siglas en inglés), y presentado el pasado mes de junio, como una nueva aproximación para investigar la situación del reactor 3.
Hasta este descubrimiento, se desconocía el paradero exacto del combustible derretido dentro de todo el complejo afectado. Ahora que este robot ya ha detectado los restos del uranio, el personal encargado de la limpieza "ya puede hacer planes para retirarlo", según ha destacado el gerente de la división de energía nuclear del operador eléctrico de Fukishima (TEPCO), Takahiro Kimoto, en declaraciones a The New York Times.