MADRID, 19 Nov. (Portaltic/EP) -
SAP ha encargado un informe a The Economist Intelligence Unit (EIU) con el objetivo de conocer los cambios que está propiciando la hiperconectividad en el panorama macroeconómico, empresarial y social.
Para su elaboración, EIU ha entrevistado a grandes expertos mundiales de diferentes campos de la Economía y ha consultado diferentes investigaciones, según ha indicado la compañía en un comunicado.
El estudio muestra que Internet tiene más valor para la economía global que industrias más tradicionales como la agricultura o la energía. Las estimaciones sobre la contribución de Internet al PIB varían, pero existe consenso en que en 2010-2011 su valor era más del 3,4 por ciento del PIB de las mayores economías del mundo y está creciendo rápido.
Es por ello que en 2016 se espera que el valor de Internet se duplique con respecto a las cifras de 2010. Eso lo convierte en una parte importante de la economía global y con un pronunciado impacto en los índices de crecimiento económico.
Además, se calcula que Internet contribuyó en un 20% por ciento al crecimiento del PIB de las 13 mayores economías en el período comprendido entre 2004-2009, y la Comisión Europea ha señalado que las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones representaron un tercio del crecimiento de la Unión Europea entre 1995 y 2007.
La adopción de tecnologías como Internet y el móvil beneficiarán a todas las economías, pero será especialmente valiosa para los países en vías de desarrollo ya que menos de la mitad de la población mundial tiene acceso a Internet. También hay una fuerte evidencia de que incrementar el uso de teléfonos móviles inteligentes puede contribuir al crecimiento económico.
Por su parte, la hiperconectividad experimentará un crecimiento extraordinario con el Internet de las Cosas, ya que el número de "cosas" conectadas (excluyendo PC, tablets y smartphones) se multiplicará por 30 entre 2009 y 2020.
Sin embargo, la aceptación está siendo lenta y podrían pasar décadas hasta que se materialicen ventajas como la producción eficiente y las campañas de marketing altamente dirigidas. Eso significa que es demasiado pronto para cuantificar los beneficios finales, aunque existen pocas dudas de que se está produciendo un profundo cambio.
La hiperconectividad ha acelerado la globalización pero también podría propiciar la vuelta de la producción industrial a los países desarrollados. Precisamente ha sido ella la que ha propiciado que pequeñas empresas hayan sido capaces de establecer cadenas de suministro y bases de clientes multinacionales, lo que ha conducido a la aparición de las denominadas "micro-multinacionales".
Sin embargo, a largo plazo, la automatización extrema auspiciada por la hiperconectividad podría llevar a que la producción volviera a plantas en los caros países desarrollados por la necesidad de disponer de personas con una alta cualificación.
Más que una mera plataforma para la actividad económica, la hiperconectividad es un nuevo entorno cultural para el comportamiento humano. El resultado final sigue siendo incierto. No obstante, los cambios que propicia la hiperconectividad pueden producirse rápidamente y tener mucho calado.