MADRID 26 Jun. (Portaltic/EP) -
El ex-agente de Inteligencia Edward Snowden huyó de Hong Kong gracias a la estratagema de guardar los dispositivos móviles en un frigorífico para evitar escuchas mientras trazaba el plan de huida. Las paredes del electrodoméstico consiguieron aislar los aparatos eléctricos de forma que no pudiesen dar lugar a espías.
Edward J. Snowden -el buscado ex-agente de seguridad nacional conocido por filtrar documentos privados sobre las operaciones de vigilancia de Estados Unidos- mantuvo una cena secreta para planear su huída a Moscú el pasado domingo en la casa de Hong Kong en la que se encontraba antes de partir.
Según afirma The New York Times, Snowden insistió a los comensales que dejasen sus teléfonos móviles en el frigorífico mientras durase la velada para evitar posibles escuchas. El motivo de esta extraña petición es que el ex-agente sabía que los materiales de los que estaban hechas las paredes del frigorífico lo convertían en una caja de seguridad antiescuchas para los dispositivos.
En otras palabras, las gruesas paredes de metal del frigorífico eran capaces de crear una barrera electromagnética que permitía que el dispositivo funcionase de forma similar a la conocida caja de Faraday. Se trata de un espacio que las ondas de radio no pueden atravesar y que, por tanto, tampoco se pueden transmitir datos.
Snowden conocía la existencia de este sistema y no se quiso arriesgar a quitar la batería de los móviles simplemente, pues de esta manera "no se garantiza el bloqueo total de las escuchas", según explicó el diseñador especializado en productos de vigilancia Adam Harvey para The New York Times.
Enlaces relacionados:
- The New York Times (http://thelede.blogs.nytimes.com/2013/06/25/why-snowdens-vis...).