MADRID, 9 Ene. (Portaltic) -
La próxima semana llega a los cines españoles La teoría del todo, la película basada en la vida del famoso físico Stephen Hawking, quien ayer jueves 8 de enero celebró su 73 cumpleaños.
Más allá de sus logros profesionales y su vida privada, la vida de Hawking destaca por sus décadas de convivencia con la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Los dos años de vida que pronosticaron los médicos se han convertido en 52, desde que le diagnosticaron la enfermedad.
Hawking tenía 21 años cuando los médicos le diagnosticaron ELA, una enfermedad degenerativa de tipo neuromuscular, por la que no le dieron más de dos años de vida. La teoría del todo recoge los primeros momentos del científico con la enfermedad y sus primeros años de matrimonio con su primera mujer, Jane Wilde.
La difícil convivencia entre el matrimonio fue compartida recientemente por la propia Jane Wilde en una entrevista al diario británico The Independent con motivo del estreno de la película.
En ella, Wilde explica que veía a Hawking como su marido y el padre de sus hijos, pero que su repentina popularidad con la publicación de Breve historia del tiempo acercó a aduladores y fans. Eso, unido a lo difícil que resultaba convivir con la enfermedad, llevaron al fin del matrimonio en 1990.
La lucha contra la enfermedad no ha sido fácil; la pérdida de control sobre su cuerpo le llevó a una silla de ruedas, a la realización de una traqueotomía y a necesitar de un sintetizador para poder articular las palabras.
No obstante, Hawking va más allá de la enfermedad y su popularidad radica en su afán por desentrañar las leyes básicas del universo y su capacidad para divulgar sus descubrimientos, que han llegado al público a través de varios libros, como Breve historia del tiempo (1988), A hombros de gigantes (2002), El universo en una cáscara de nuez (2001), Brevísima historia del tiempo (2005), La clave secreta del universo (2007) o El gran diseño (2010).
Con motivo de su 70 cumpleaños, Hawking hizo unas duras declaraciones que deberían hacer reflexionar a todas y cada una de las personas que no se han enfrentado a la muerte como él se ha visto obligado a hacer; que evocan la importancia de aprovechar el momento.
"He vivido con la perspectiva de una muerte prematura durante los últimos 49 años. No tengo miedo a morir, pero no tengo prisa. He disfrutado de cada momento y tengo tantas cosas que hacer antes...", dijo.