MADRID, 13 May. (Portaltic/EP) -
La tecnología puede jugar un papel fundamental en la problemática de los desperdicios de alimentos gracias a soluciones tecnológicas de empresas como Phenix, que cuentan con un sistema integral de desperdicio capaz de ayudar a compañías del sector a reducir sus pérdidas por el desperdicio alimentario.
El desperdicio alimentario tiene múltiples consecuencias tanto a nivel medioambiental, como energético y humanitario. Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en España se desperdicia alrededor del 4 por ciento del total de alimentos y bebidas comprados dentro y fuera de los hogares.
Además de todo ello, este problema también afecta directamente a las empresas de gran consumo y a sus resultados económicos, ya que es uno de los orígenes de sus pérdidas de beneficios.
En este contexto, el Gobierno está en proceso de aprobar la nueva Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, cuyo proyecto de ley ha recibido respaldo este jueves en el Congreso de los Diputados y, ahora, continúa su tramitación en el Senado para ser aprobada definitivamente.
Dicha ley plantea disminuir la cantidad de alimentos sin consumir que se tiran en España cada año, fijando reducir a la mitad los residuos alimentarios per cápita en la venta minorista y el consumo respecto a los datos de 2020.
Para ello, la ley implementa algunos puntos clave como el plan de prevención de desperdicios, que deberá ser obligatorio para todas las empresas de la cadena alimentaria, producción, transformación, distribución de alimentos, así como hostelería y restauración. En este plan se deberán incluir acuerdos con empresas, entidades sociales y bancos de alimentos para evitar el desperdicio alimentario.
Además de esta ley, la tecnología de empresas como Phenix también lucha contra el desperdicio alimentario. Phenix, es una compañía de origen francés que ayuda a las empresas con su sistema de gestión integral del desperdicio.
En concreto, la solución de Phenix ofrece una plataforma tecnológica que obtiene datos accionables y que garantiza un control total de los productos de las empresas con quienes esté trabajando. El objetivo de esta tecnología es el de mejorar la eficiencia de las empresas previniendo y gestionando sus excedentes de producto con tecnología.
Para ello, la compañía lleva a cabo funciones como controlar digitalmente las fechas de caducidad, digitalizar el proceso de etiquetado con descuento, o poner a la venta el excedente a un precio reducido a través de la 'app' de Phenix. Además, realiza donaciones a asociaciones a través de la plataforma 'Phenix Connect'.
Sus soluciones se plantean en las empresas como herramientas digitales fáciles de implementar y de utilizar. Asimismo, todo ello se vigila de cerca con seguimiento en tiempo real y se asegura una protección del proceso con la posiblidad de almacenar de forma segura los documentos administrativos de la empresa en cuestión.
En este marco, junto con la nueva Ley en camino, las empresas que ofrecen tecnología de gestión del desperdicio pueden ser una solución eficaz frente a dicha problemática. Según asegura Phenix, una vez sea aprobada la ley de forma definitiva, las empresas del sector podrán ahorrar hasta un dos por ciento en sus costes totales "si cuentan con la tecnología y los recursos humanos necesarios" para gestionar sus excedentes.
De hecho, la compañía también subraya que para lograr el ahorro, las empresas podrán valorizar hasta el 100 por cien de su excedente y "entregarlo a quienes más lo necesitan", ya que la ley permite la colaboración con entidades sociales y bancos de alimentos.
Es decir, con tecnología de compañías como Phenix, es posible ayudar a las empresas a ahorrar en sus costes de gestión de residuos con un sistema de gestión integral del desperdicio y aplicando eficazmente las facilidades que ofrece la nueva ley.
Tal y como explica el manager de Phenix en España, Jean-Baptiste Boubault, la tecnología de Phenix ayuda tanto a distribuidores como a fabricantes a coordinar la gestión íntegra de las donaciones de alimentos. Esto se debe a que el sistema se encarga de medir sus procesos, prevenir excedentes y, en caso de que los haya, sacar partido de estos en el punto de venta o "donándolos a los que más lo necesitan".
En el caso de las empresas distribuidoras, el sistema de Phenix ayuda a implantar una operativa en tienda para "sacarle el máximo partido a todos sus productos", además de formar a sus trabajadores para ello, mientras que en el de los fabricantes, la compañía ayuda a evitar riesgos reputacionales, de seguridad y de calidad alimentaria para aquellas empresas que donen sus excedentes.
Según indica la manager de Marketing y Comunicación de Phenix en España, Noelia Gómez, "muchos fabricantes no donan por miedo a que su reputación quede dañada a causa de un producto en mal estado". En este sentido, defiende que la solución tecnológica de Phenix controla y asegura estos alimentos en todo el proceso.
Con la tecnología de Phenix, la compañía ha salvado 200 millones de alimentos de distribuidores y fabricantes, según sus datos. Asimismo, ha ayudado a más de 17.000 empresas a reducir su desperdicio y colabora con más de 2.700 asociaciones y entidades benéficas para reconducir los excedentes alimentarios.