MADRID, 16 Ene. (Portaltic/EP) -
Apple deberá permitir que los desarrolladores dirijan a los usuarios a pasarelas de pago externas a la que utiliza App Store, después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos haya desestimado la apelación de la compañía tecnológica en su juicio contra Epic Games.
El Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito de Estados Unidos determinó en abril del año pasado que Apple no viola las leyes antimonopolio con su tienda de aplicaciones, aunque instó al fabricante de iPhone a permitir que los desarrolladores puedan introducir botones, enlaces o llamadas a la acción para fomentar los mecanismos de compra fuera de la App Store.
Apple recurrió esta decisión, una apelación que este martes ha sido rechaza por el Tribunal Supremo de Estados Unidos, lo que abre la puerta a que los desarrolladores dirijan a los usuarios de sus aplicaciones a pasarelas de pago externas a la de App Store, como informan en Bloomberg.
Esta decisión se enmarca en el juicio del gigante tecnológico contra Epic Games, que comenzó en mayo de 2021 después de la introducción de Epic Games de un sistema de pagos alternativo al de la App Store, en el que Apple no obtenía comisiones. Esto ocasionó que Apple borrase todas sus apps de su plataforma, incluido el videojuego Fortnite para iOS.
A principios de 2022 este juicio se resolvió ligeramente más a favor de Apple, al entender el Tribunal de distrito de norte de California que la firma de Cupertino no actúa en contra de las leyes federales y estatales antimonopolio, aunque sí reconoció un comportamiento anticompetitivo bajo la ley de California en su tienda de aplicaciones, al prohibir a los desarrolladores que incluyan en sus botones de metadatos, enlaces externos u otras llamadas a la acción que dirijan a los clientes a mecanismos de compra externos.
Por otra parte, Apple se prepara para cumplir con la Ley de Mercados Digitales de la Unión Europea, de obligado cumplimiento a partir de marzo, por la que deberá hacer cambios en su tienda de aplicaciones, para permitir prácticas como la instalación de aplicaciones al margen de los mecanismos que ofrece la propia compañía, también conocido como 'sideloading'.