MADRID, 4 Dic. (Portaltic/EP) -
Microsoft ha señalado que el estándar de seguridad conocido como TPM 2.0 es "innegociable para el futuro" de su sistema operativo y, más concretamente, de Windows 11, lo que sigiere que con el fin de soporte de Windows 10 obligará a muchos usuarios a renovar su 'hardware'.
Con la llegada de la iteración más actual de su sistema operativo, Microsoft anunció que requeriría chips Trusted Platform Module (TPM), procesadores criptográficos seguros que proporcionan a los ordenadores funciones de seguridad basadas en 'hardware' para evitar manipulaciones.
Su propósito principal, por tanto, es proteger las credenciales de usuario y otros datos confidenciales "detrás de una barrera de 'harware', para que el 'malware' y los atacantes no puedan acceder a esos datos ni manipularlos", tal y como explicó el director de seguridad empresarial y de sistemas operativos de Microsoft, David Weston, en su presentación.
Entonces, muchos usuarios cuestionaron que pudiesen actualizar sus equipos a Windows 11 debido a las limitaciones de su 'hardware', tal y como recuerda The Verge, que también apunta que ahora prácticamente todos los ordenadores modernos vienen con soporte para TPM 2.0.
La firma tecnológica no recomienda utilizar Windows 11 en un ordenador que no sea plenamente compatible con esta versión de su sistema operativo, ya que puede generar problemas que afecten a su funcionamiento. Tampoco garantiza la recepción de actualizaciones, incluidas las de seguridad.
Por ese motivo, ha establecido unos requisitos mínimos que deberían cumplir todos los ordenadores elegibles para Windows 11 y notificará a los usuarios si su ordenador no puede soportar esta versión o está obsoleto. No obstante, con la introducción de TPM 2.0 como "un estándar innegociable para el futuro de Windows", sugiere que con el fin de soporte de Windows 10 -previsto para octubre de 2025- y la llegada de Windows 11, será necesaria una actualización a nivel de 'hardware'.
Microsoft ha señalado en un comunicado que TPM 2.0 "es esencial para contrarrestar los riesgos cibernéticos actuales" y que "desempeña un papel fundamental en la mejora de la protección de datos e identidades en dispositivos Windows, así como en el mantenimiento de la integridad de su sistema".
También ha recordado que se integra con herramientas de seguridad como BitLocker, que emplea este estándar para almacenar de forma segura las claves de cifrado y que éste también admite autentificación multifactor (MFA, pro sus siglas en inglés), que se puede combinar con el módulo de plataforma para reforzar la protección de los datos.
Asimismo, ha explicado cómo se pueden preparar los dispositivos que aún no tienen TPM 2.0 para Windows 11 y ha propuesto planificar y presupuestar las actualizaciones de su SO, así como revisar las políticas y los procedimientos de seguridad.
Finalmente, ha concluido que el estándar "no es solo una recomendación, es una necesidad para mantener un entorno de TI seguro y preparado con el futuro con Windows 11", además de que supone "una parte importante de la estrategia Zero Trust".