MADRID, 29 Sep. (Portaltic/EP) -
Los videojuegos siempre nos han invitado a jugar en mundos de fantasía y vivir situaciones que en la vida real serían imposibles. Rizando el rizo, también son un medio para hacernos vivir momentos que incluso dentro de los propios juegos serían imposibles mediante 'crossovers', la mezcla de universos en un solo espacio, y los 'spin-offs', giros de guión o género en nuevas entregas. Super Smash Bros. es uno de los mayores exponentes de estas vertientes, que ahora se estrena en Nintendo 3DS.
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Con esta propuesta nació en su día "Super Smash Bros.". Los personajes más populares de Nintendo saltaban al escenario para repartir tortazos. Tras pasar por Nintendo 64, Game Cube y Wii, ahora nos llega una cuarta entrega por partida doble para 3DS y Wii U. Hoy analizamos la primera incursión de la franquicia en el mundo portátil con muchos retos por delante.
Si hoy pudiéramos viajar atrás en el tiempo y decirle a un chaval que se crió en los noventa que hay un juego en el que puede luchar con Mario, Sonic, Pac Man y Mega Man al mismo tiempo probablemente le estallaría la cabeza de la emoción. En su día era impensable que esas cuatro mascotas se vieran la luz en un juego pero, unos cuantos años más tarde, esta es la fantasiosa propuesta de Super Smash Bros.
Personajes de todo tipo que son historia, en pasado y presente, de Nintendo. Desde héroes como Link a villanos como el rey Dedede del universo de Kirby. De guerreros no solo está compuesto el plantel de este Super Smash Bros., el aldeano de Animal Crossing, Pikachu y la entrenadora de Wii Fit también se animan a brear a todo el que se pone por su camino. En total, 49 personajes a nuestra disposición.
La propuesta no solo pasa por ponerles en el escenario a luchar. En Super Smash Bros. no tenemos barras de vida. Cada personaje va acumulando daño en forma de porcentaje y, una vez alcanzada una cantidad determinada, las probabilidades de que salga disparado del escenario van en aumento. Éste, precisamente, es el objetivo de cada partida: mandar fuera del escenario al resto de luchadores.
En esta, en apariencia, simple propuesta nos encontramos con un juego que pivota entre dos mundos difíciles de contentar al mismo tiempo. Los jugadores casuales que quieren ver a sus personajes favoritos (y algún que otro desconocido) dándose de leches y los jugones de pro que buscan una experiencia intensa, profunda y que les permita disfrutar de combates competitivos con muchas posibilidades.
Con Super Smash Bros. Brawl la balanza se decantó claramente por el lado más "casual". Esta vez Nintendo se ha acordado de sus fans más queridos y ha sabido equilibrar bien la experiencia para ofrecernos un juego que es divertido tanto para quien quiere desconectar un poco y los que demandan un juego complejo con muchas posibilidades.
DIFERENTES FORMAS DE PELEAR
La propuesta se articula en diferentes modos de juego que van desde los ya clásicos enfrentamientos de cuatro jugadores al mismo tiempo a otras opciones diferentes pero igual de divertidas. Por un lado tenemos el modo Smashventura, un mapa gigante en el que tendremos que derrotar esbirros de todo tipo (representantes de las diferentes sagas que aglutina este juego) para conseguir en cinco minutos potenciadores que mejoren nuestros atributos.
Una vez ha pasado esa cantidad de tiempo, nos tocará pelear con otros tres jugadores para ver quién es más hábil sacándole provecho a los potenciadores que hemos conseguido explorando el mapa. Un modo muy divertido que demuestra que Super Smash Bros. no es solo un juego de lucha.
A modo de píldoras en forma de partidas de uno o dos minutos, tenemos diferentes minijuegos que pondrán a prueba nuestra habilidad. Completarlos se traducirá en trofeos y superar los diferentes desafíos que nos propone el juego. Además, conseguiremos habilidades y objetos únicos.
Una de las grandes novedades de este Super Smash Bros. la encontramos en las opciones de personalización. Podemos equipar a cada personaje con habilidades y objetos de todo tipo que mejorarán sus atributos o modificará sus ataques especiales. Una forma perfecta para refinar todavía más a nuestros luchadores favoritos y darles un toque único que demuestre nuestro estilo de juego.
Muchas novedades sobre la mesa pero es hora de contestar a una pregunta importante ¿Qué hay de la experiencia de juego? Durante muchos años los jugadores habituales de Super Smash Bros. hemos soñado con este día, el momento en el que Nintendo lanzara una versión adaptada a portátiles. Se la esperaba con ansia, pero también con miedo ¿iba a estar a las altura de las expectativas?
La respuesta es clara: sí. Nintendo ha sabido adaptar perfectamente la experiencia a una pantalla más pequeña y a unos controles que, físicamente, distan de los de un mando de consola. Jugar lleva una curva de aprendizaje lo suficientemente rápida como para que quien no conozca la saga pueda disfrutar de lo básico en unas cuantas partidas.
Los más duchos podrán pasarse horas y horas perfeccionando su técnica con unos controles muy precisos que nos permitirán hacer todo tipo de movimientos y combinaciones de golpes sin tener que frustrarnos por el diseño de los botones de nuestra Nintendo 3DS.
Partidas rápidas de cinco minutos, horas y horas luchando contra todo el mundo gracias al modo online, sacar un rato para conseguir nuevos trofeos... La experiencia es redonda y nos garantiza que, si nos enganchamos de primeras, tendremos horas y horas de juego por delante.
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APARTADO GRÁFICO A LA ALTURA
Otro de los temores que teníamos los fans de la saga era todo lo relacionado con los gráficos. La portátil de Nintendo no destaca por ser la más potente en este apartado pero el esfuerzo que han hecho con esta entrega pone al juego como uno de los más punteros en esta consola.
Animaciones fluidas a 60fps que exprimen al máximo el hardware de Nintendo 3DS. Un juego que se ha hecho con mucho mimo y donde se han cuidado todos los detalles posibles. Algunos escenarios son simples en detalles pero ninguno de ellos se nota que es un trabajo para salir del paso.
La música de los Super Smash Bros. nunca decepciona y, una vez más, nos sorprende con una fantástica selección de música de juegos clásicos con mix que remasterizan melodías originales. Se echa en falta que solo haya dos temas por escenario pero las limitaciones de espacio, en la memoria, son comprensibles.
Se mantiene la misma voz de doblaje que en Brawl. Algo insulsa y sin mucho carácter si la comparamos con su homólogo inglés. Para disfrutar de ella es tan sencillo como cambiar el lenguaje de la consola. Si nos entendemos bien con el idioma de Shakespeare, merece la pena.
CONCLUSIÓN
Super Smash Bros. para Nintendo 3DS es un traje a medida. Nintendo ha hecho bien en no intentar ponerle una camisa de talla XL a un cuerpo que no estaba preparado para ello. Lejos de remangar y meter la prenda por dentro, ha cogido cinta e hilo para crear una experiencia sobresaliente aprovechando las capacidades y limitaciones de esta plataforma.
No es un aperitivo a la versión de Wii U, es un primer plato hecho con mismo. La única pega la encontramos en los controles. Si bien es cierto que son cómodos, físicamente no están diseñados para que estemos horas y horas jugando. Se nota en las manos pero sarna con gusto no pica.
Lo mejor
- 49 personajes de la historia de Nintendo peleando en combates rápidos, divertidos y delirantes.
- La posibilidad de disfrutar, por fin, de una de las sagas más amadas del mundo de los videojuegos en formato portátil. ¡Y en condiciones!
- Muchos modos de juegos y desafíos accesibles para garantizar que no nos aburriremos durante mucho tiempo.
Lo peor
- Los controles son cómodos pero en partidas largas acaban haciendo daño a las manos.
- La presencia del efecto 3D es tan discreta que resulta irrelevante.