MADRID, 28 Mar. (Portaltic/EP) -
La Comisión de Comercio Justo de Japón (JFTC) ha aprobado la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft, puesto que no ve indicios de que la competencia en el sector del videojuego pueda verse afectada por esta transacción.
Varias organizaciones a nivel mundial han estudiado el impacto que pudiera tener este movimiento económico para la principal competidora de Xbox, PlayStation, que alega que con la compra se podría dar un monopolio.
Una de ellas ha sido la Autoridad de Competencia y Mercados de Reino Unidos (CMA), que hace unos días reconoció en una actualización de sus conclusiones preliminares que no consideraba que esta adquisición pueda afectar de manera sustancial a la competencia en relación con los juegos de consolas en el país.
Ahora ha sido la JFTC la que ha declarado que, tras revisar este acuerdo económico entre la desarrolladora de videojuegos y el fabricante estadounidense, ha llegado a la conclusión "de que es poco probable que resulte en una restricción sustancial de la competencia en cualquier campo comercial en particular".
Según este organismo, "hay negocios competidores y juegos que se distribuyen en formato digital, así que es poco probable que haya una escasez en la capacidad de suministro", ha matizado en un documento en el que detalla los resultados de la revisión sobre la integración de Microsoft y Activision Blizzard.
Japón sería así el quinto mercado que aprueba el acuerdo establecido entre la desarrolladora de Microsoft y Activision Blizzard, junto con Arabia Saudí, Brasil, Chile y Serbia, tal y como recuerda el editor senior de The Verge, Tom Warren.
Cabe recordar que Microsoft lleva varias semanas cerrando acuerdos con otras plataformas para facilitar el acceso a los juegos para PC de Xbox y de Activision Blizzard por un período de diez años con el cierre de la compra de la desarrolladora.
Por el momento, cuenta con la firma y el apoyo de Nintendo, Nvidia, Boosteroid y Ubitus. Si bien Microsoft le ofreció a Sony un acuerdo similar en diciembre del año pasado, para mantener la franquicia Call Of Duty --principal objeto de disputa entre ambas empresas-- disponible en su consola durante una década, la compañía japonesa lo rechazó.