BRUSELAS 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
El pleno del Parlamento Europeo ha planteado este martes medidas para garantizar a los consumidores europeos productos duraderos y de alta calidad, así como para hacer frente a la obsolescencia programada tanto de productos tangibles como de programas informáticos.
En concreto, los eurodiputados han propuesto una definición europea del concepto de "obsolescencia" para bienes tangibles y soportes digitales, así como un sistema para analizar productos y detectar su obsolescencia programada. También plantean medidas disuasorias para los fabricantes.
Las propuestas sobre obsolescencia programadas forman parte de una resolución aprobada con 662 votos a favor, 32 en contra y 2 abstenciones que pide a la Comisión Europea, a los países de la UE y a los fabricantes "medidas para garantizar a los consumidores europeos productos duraderos de alta calidad y que sean reparables".
Ente las medidas planteadas por la Eurocámara está la de elaborar "criterios de resistencia mínima" por categoría de producto desde la fase de diseño. También han abogado por alargar la garantía de los productos si una reparación conlleva más de un mes.
Por otro lado, el Parlamento Europeo ha apostado por dar incentivos fiscales para favorecer la fabricación de productos duraderos, de alta calidad y que sean reparables, así como a la reparación y a la venta de segunda mano, para "impulsar la creación de empleo y reducir el desperdicio".
Del mismo modo, los eurodiputados han defendido que se permita a los consumidores elegir un reparador independiente, en particular mediante la prohibición de soluciones técnicas, de seguridad o programas informáticos que impidan la reparación fuera de los canales autorizados.
Asimismo, el pleno de la Eurocámara ha subrayado que los componentes esenciales del producto, como las pilas o los LED, no deben ser "inamovibles", a no ser que no esté justificado por razones de seguridad. También han remarcado que las piezas de recambio indispensables de los bienes deben estar disponibles a un precio adecuado a la naturaleza y duración de la vida del producto.
Por último, el Parlamento Europeo ha pedido a Bruselas que estudie la creación de una etiqueta europea voluntaria que incluya la durabilidad del producto, el diseño ecológico, la capacidad de modulación de conformidad con el progreso técnico y la posibilidad de reparación.