MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un total de 8.219 alumnos con déficit de atención e hiperactividad (TDAH) recibieron ayudas en la convocatoria 2022-2023 de necesidades específicas de apoyo educativo asociado a discapacidad, trastorno grave de conducta o trastorno grave de la comunicación y el lenguaje.
Así lo ha manifestado el Gobierno en una respuesta parlamentaria, recogida por Europa Press, al ser preguntado por el partido Coalición Canaria si iba a incluir entre los beneficiaros de las becas educativas para el alumnado con necesidad específica de apoyo educativo a quienes, con un trastorno del neurodesarrollo acreditado científicamente, encuentran dificultades económicas a su desarrollo humano y formativo sin necesidad de tener discapacidad o trastorno de conducta.
El Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes explica que las personas con TDHA pueden tener encaje en los colectivos de alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo, particularmente en el colectivo de personas con discapacidad o trastorno grave de conducta, sin que, por lo tanto, sea preciso que el real decreto de becas y ayudas al estudio "les nombre de manera específica".
A partir de esta premisa, Educación señala que las personas con TDAH tienen acceso a la convocatoria anual de alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo, "siendo preciso que, al igual que cualquier otra persona solicitante, acrediten la pertenencia a alguno de los colectivos indicados en el real decreto y la necesidad específica de apoyo educativo en la forma que determina la convocatoria".
Así, en el caso de alumnado con discapacidad, la convocatoria de 2022-2023 requería que la acreditación se realice, con carácter general, mediante un certificado de discapacidad de al menos el 33%.
En el caso de alumnado con trastorno grave de conducta o de la comunicación y el lenguaje, con un certificado del equipo de valoración u orientación de un centro base del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) u órgano correspondiente de la comunidad autónoma o certificado de un equipo de orientación educativa y psicopedagógica o del departamento de orientación dependiente de la administración educativa correspondiente. En el caso de alumnado con trastorno del espectro autista (TEA) se requiere, además, un certificado médico.