MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
El 96% de las universidades públicas son transparentes frente al 19% de las privadas, según se desprende del 'Examen de transparencia 2024' que elabora la Fundación Haz desde hace doce años.
Se trata de un informe de transparencia y buen gobierno que evalúa hasta 31 indicadores de información relevantes para los grupos de interés de las universidades españolas, como la información económica, la titularidad, el funcionamiento de los órganos de gobierno o sus resultados.
Las universidades públicas obtienen el mejor resultado global de todos los años, con el 96% de los centros calificados como transparentes, solo dos (4%) translúcidos y ninguno opaco de un total de 49. Un resultado que dista mucho del 35% que conforman el grupo de universidades privadas opacas, el 46% de translúcidas y el 19% de transparentes, de una muestra de 26.
En esta nueva edición del informe se ha incorporado una nueva área sobre ética y compliance. Esta exigencia es fruto de la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) del año 2023 que, en el caso de las universidades públicas, asigna esta labor de vigilancia y compliance al consejo social.
Es este, precisamente, el principal reto al que se enfrentan los centros públicos que deben "atribuir sin demora la supervisión de esta área a los consejos sociales dotándoles de las herramientas y recursos necesarios", explica el informe. Y es que ninguna de ellas ha constituido un órgano de compliance específico que dependa del consejo social.
En general, las universidades públicas continúan mejorando de manera notable en la publicación de información relevante en sus webs, consolidando su compromiso con la transparencia. Destaca especialmente el progreso en las prácticas de rendición de cuentas de los consejos sociales, al informar públicamente sobre la asistencia de sus miembros a las reuniones, así como sobre las prácticas de autoevaluación del desempeño que han llevado a cabo: un 67% cumple en mayor o menor medida el indicador de Deberes de diligencia y lealtad.
Esto representa "un avance significativo en el impulso de la gobernanza universitaria y mide el grado de compromiso de los miembros del consejo social", subraya el informe.
Otros datos y documentos que proporcionan la práctica totalidad de las universidades públicas son, por ejemplo, su plan estratégico; la información sobre su personal, incluyendo las bandas salariales; la composición del órgano de gobierno, las reuniones y actas y los estatutos que les rige; la información sobre las fundaciones, empresas y otras entidades que dependen de la universidad; la oferta y demanda académica; información para sus alumnos como los distintos canales de comunicación y las becas y ayudas que existen; o los resultados de la institución, que abarca aspectos como las encuestas de satisfacción, el rendimiento académico o su impacto en la empleabilidad de sus alumnos.
INFORMACIÓN ECONÓMICA
Una mención especial merece la información económica que publican los centros públicos, con un nivel de cumplimiento medio del 99%. Una de las áreas en la que más distancia toman las universidades privadas, con tan solo un 27% de media.
La información económica es la que menos centros privados facilitan en la web: solo el 35% publica el presupuesto y los estados financieros, el 23% el informe de la auditoría externa y el 15% la memoria de cuentas anuales. "Tan solo cinco universidades privadas publican todos los indicadores de información económica", recoge el estudio.
Otra ausencia es la identificación de su titular, es decir, del responsable último del centro. "Conocer el titular resulta relevante, especialmente en aquellos casos en los que es una sociedad mercantil y su principal accionista un fondo de inversión. Porque teóricamente no hay nada que objetar a que los fondos de inversión entren en el capital de las universidades privadas, pero hay que ser conscientes de que priorizarán siempre la rentabilidad sobre el cumplimiento de la misión, y eso plantea importantes dilemas en el gobierno y gestión de la universidad", señala el director de Fundación Haz y coautor del informe, Javier Martín Cavanna.
Aunque la fotografía global "no sea buena", se han registrado algunas mejoras significativas en dos áreas: la totalidad de las universidades cumple el indicador del Plan estratégico y la información sobre la Oferta y demanda académica se ha incrementado del 58% al 66%.
Destaca también en positivo que la nueva área sobre Ética y compliance parta de un cumplimiento medio del 55%, con un 65% que publica el código ético; un 58% que posee un canal ético, y un 42% identifica su responsable y sus competencias.
Con el fin de obtener una fotografía más amplia del sector universitario privado, el informe anuncia la inclusión en la muestra de nuevos centros en la próxima edición, ya que no han dejado de multiplicarse en los últimos años las universidades privadas autorizadas (46), llegando a igualar prácticamente al número de universidades públicas (49).
Un total de 23 universidades, 20 públicas y tres privadas, han querido acreditar voluntariamente sus resultados solicitando y obteniendo el sello t de transparente, que otorga de manera independiente la Fundación Haz.
Estas universidades son: Autónoma de Madrid, Carlos III, Complutense de Madrid, Alcalá, Alicante, Burgos, Cádiz, Cantabria, Castilla-La Mancha, Granada, Huelva, Jaén, León, Málaga, Murcia, Valladolid, Vigo, Politècnica de Catalunya, Pompeu Fabra y Rey Juan Carlos, en el grupo de públicas, y Católica San Antonio de Murcia, Internacional de Catalunya y Oberta de Catalunya, en el de las privadas. Todas ellas han obtenido el sello en su máxima categoría de tres estrellas, cumpliendo al menos el 90% de indicadores.
"El alto porcentaje de instituciones universitarias que solicita la acreditación de transparencia de la Fundación Haz confirma que las universidades valoran positivamente someterse voluntariamente a un estándar de transparencia otorgado por una institución independiente que les ayuda a mejorar y a comprarse con sus pares", subraya el responsable de acreditaciones de Fundación Haz, Ángel Luis Ladrón de Guevara.