Alertan del riesgo para estos escolares de sufrir fracaso y acoso escolar
MADRID, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
Expertos en educación y psicología creen que la práctica totalidad de los superdotados que hay en España no están diagnosticados -aproximadamente un 99,4% de los que 300.000 estimados- y recuerdan el riesgo que entraña esta condición si no es "bien atendida" para los menores, de cara a sufrir fracaso escolar o bullying.
Los organizadores del 'V Congreso de Altas Capacidades y Superdotación', que se celebra este viernes y sábado, 13 y 14 de octubre, en el CaixaForum de Madrid bajo el título 'La otra cara de las altas capacidades', señalan que entre los estudiantes universitarios el porcentaje de superdotados se reduce al 1%, algo que estaría derivado, según sostienen, del hecho de que "casi la mitad se queda en el camino por el fracaso escolar y la falta de estímulos".
MALA ATENCIÓN: UN RIESGO PARA LOS ALUMNOS
"Las altas capacidades no son sinónimo de excelencia académica, sino en muchas ocasiones, todo lo contrario, llegan a provocar situaciones de fracaso escolar. La superdotación mal atendida incluso puede conllevar graves problemas psicológicos y psiquiátricos", advierte el padre de David, un estudiante con altas capacidades.
Tanto el padre de David como los expertos que participan en el encuentro, entre los que figuran el director del colegio Areteia, especializado en educación en la diversidad, Luis García Carretero, advierten de los peligros para un menor con altas capacidades si no recibe una atención adecuada, que van desde el sufrimiento y el agobio y el fracaso escolar hasta el 'bullying'.
El propio David reconoce que él mismo sufrió acoso por parte de compañeros durante algún curso y que desde niño le agobiaba tener la percepción de que "era diferente" de los demás y "no pensaba ni opinaba igual". "Ahora ya estoy mejor", asegura el estudiante que empieza este curso la Universidad.
"Aunque a priori las altas capacidades son una ventaja para desarrollarse en los estudios y en muchos ámbitos, para mí ha supuesto problemas porque desde que era pequeño me costaba muy poco trabajo realizar todas las tareas y asignaturas. Llevaba muy buenas notas sin esforzarme casi nada al contrario que otros chavales que llevaban hábito de estudio. Cuando llegué a la ESO me costó un montón porque me supuso un cambio muy grande y me resultó difícil hasta el punto de terminar bastante agobiado, con ansiedad y lo pasé bastante mal", reconoce.
Según señala, las dificultades sobrevenidas con el cambio de etapa le produjeron "agobio y ansiedad" y desde los 12 años comenzó a atender al psicólogo y a tener que medicarse. "Los dos primeros años fueron muy duros", reconoce el estudiante, que tuvo que pasar por varios colegios antes de llegar al Bachillerato y que explica que todavía tiene algunos problemas.
MÁS FLEXIBILIDAD
David, que comienza este curso un grado en psicología porque quiere ayudar a otros que hayan pasado por su situación, cree que parte de los problemas que experimentan algunos estudiantes superdotados se deben a la "falta de flexibilidad" del sistema educativo, y aboga por uno que permita ajustar la organización de las clases a los distintos ritmos educativos.
En este sentido, explica que en su caso, parte del problema se debió a que en la Educación Primaria "no le costaba nada" realizar las tareas y sacar buenas notas, algo que impidió que adquiriera las costumbres y competencias de estudio que necesitaba para afrontar la siguiente etapa, la ESO.