BARCELONA 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los niños que comen en familia consumen más frutas y verduras y menos fritos y grasas que aquellos niños que no comparten mesa con sus padres, y además rinden más en el colegio, según un estudio elaborado por Knorr bajo el lema 'Cada comida es una oportunidad'.
Además, la mitad de las palabras que aprenden los niños las escuchan en la mesa, con lo que de cada dos mil nuevas palabras que agregan a su vocabulario, mil las escuchan por primera vez compartiendo la mesa.
El estudio, realizado en más de 15 países, señala que las parejas que comen más veces juntas permanecen más años unidas. El catedrático de Antropología Social de la Universitat de Barcelona (UB) Jesús Contreras afirmó que en España comer es un ritual social e implica necesariamente comer en compañía.
La responsable de nutrición de Unilever España, Raquel Bernacer, aseguró que compartir mesa regularmente "aporta beneficios en términos de bienestar físico, social, emocional y nutricional, así como también al desarrollo y socialización de niños y adultos".
En España, ocho de cada diez entrevistados considera comer en familia como un bien que hay que proteger y más del 75 por ciento creen que influyen positivamente en el bienestar personal, a pesar de que el ritmo de vida actual hace difícil coincidir.
Catalunya es la comunidad española donde más niños comen en el colegio (33,9%), seguida de Euskadi (33,2%), Madrid (21,9%) y Valencia (19,3%). Por contra, en Andalucía el 77,6% de los niños comen en casa con su familia.
El fin de semana aumenta el porcentaje de españoles que comen en familia y el domingo es el día en el que más se hace, ya que un 70,6 por ciento de los españoles come el último día de la semana con toda la familia y casi un 20 por ciento con alguno de sus miembros. España también presta especial atención a la comida tradicional, y una media de 8,5 recetas que se elaboran son caseras --siendo la paella el plato por excelencia para compartir en este contexto-- y sólo 1,5 de cada 10 comidas son platos preparados.
La mayoría de los españoles coincide en que los niños que comen con su familia son más propensos a tener mejor hábitos de alimentación, hablan más sobre sus problemas, son más sanos y felices y tienen mejores modales.
El estudio concluye que comer en familia es un bien preciado para los españoles que hay que conservar por sus efectos positivos y porque crea lazos más fuertes entre sus miembros.