MADRID, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
La comunidad educativa ha celebrado que el Gobierno haya descartado incluir en los próximos Presupuestos Generales del Estado (PGE) la imposición de un IVA del 21% a la educación privada, actualmente exenta de este impuesto.
"Nos alegra que se haya descartado ese castigo fiscal a las familias, pues casi todas tienen un considerable desembolso mensual en educación", valora en declaraciones a Europa Press el presidente de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), Alfonso Aguiló.
Según el presidente de la Confederación, que reúne a miles de centros privados y concertados de toda España, la medida no tenía sentido por ser la educación un "elemento de primera necesidad". Además, en la mayoría de países de la Unión Europea, la educación privada está exenta de pagar este impuesto, según recuerda. "No tiene sentido poner IVA a los comedores escolares o las escuelas infantiles, que son un elemento clave para tantas familias de clase media y trabajadora", añade.
También la Asociación de Colegios Privados e Independientes (CICAE) aplaude que se haya descartado incluir en los PGE esta modificación tributaria. Sin embargo, piden que esta medida no aparezca a lo largo de la tramitación ni en próximas ocasiones.
"Consideramos que en los debates sobre la educación privada en ocasiones se minusvalora el servicio público que ofrecemos, como si únicamente se tratara de una fuente de recaudación, dejando de lado la gran incidencia que la medida tendría en las familias, en la sociedad y el papel tan importante que juega el sector educativo en la modernización del país", comenta a Europa Press la directora general de CICAE, Elena Cid.
A su juicio, sería más productivo para el país que, en lugar de discutir sobre la posibilidad de encarecer la educación para las familias, se trabajase para canalizar de forma eficaz los fondos de reconstrucción europeos destinados a la I+D+i, a la digitalización de la educación y a la mejora de la propia formación que se brinda a los alumnos.
Del mismo modo ha expresado su satisfacción la Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada (ACADE). "Encarecer en un 21% el coste de la educación a las familias hubiera sido una medida muy grave en medio de la crisis económica que vivimos, derivada de la emergencia sanitaria", valora su presidente, Juan Santiago.
Según indica, "esta subida hubiera afectado no solamente al millón de alumnos y sus familias que los centros privados tienen en los distintos niveles de Enseñanzas Regladas (desde Infantil hasta la Universidad)", sino que "también habría sido demoledor para otros dos millones de usuarios de las Enseñanzas No-regladas, que van desde Academias de Idiomas a Escuelas de Danza, Artes escénicas y Música, pasando por centros de preparación de oposiciones, centros de Formación para el Empleo, y Escuelas de Negocios, entre otros".
Además, incide en que su implantación ni siquiera hubiera tenido efectos recaudatorios, porque buena parte de los usuarios de la educación privada se habrían pasado a la pública, con el consiguiente incremento del gasto del Estado en este capítulo.
No obstante, afirma que pese a la "buena noticia", pide al Gobierno que ponga en marcha ayudas que permitan a muchos sectores de la educación, como las Escuelas Infantiles, las Academias de Idiomas y las Escuelas de Danza, que subsistan y vuelvan a abrir sus puertas cuando la pandemia haya acabado.