MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
El 32% de los jóvenes nacidos en el extranjero de entre 18 y 24 años residentes en España dejaron prematuramente sus estudios, lo que supone la mayor tasa de abandono escolar de la Unión Europea, según datos de Eurostat correspondientes a 2017 recogidos en el informe 'Global Education Monitoring Report' de UNESCO publicado este martes.
"Los migrantes pagan un precio educativo en sus países de destino", destaca el informe de UNESCO señalando que la tasa de abandono escolar en los jóvenes extranjeros dentro de la Unión Europea es del 19%, un porcentaje que casi duplica el de los jóvenes nacionales, que se sitúa en el 10%. Solo Irlanda, Países Bajos y Reino Unidos tienen un porcentaje más bajo de la media europea en abandono escolar de jóvenes extranjeros.
En 2017, España fue el segundo país de la Unión Europea con una mayor tasa global de fracaso escolar, un 18,3%, según los datos de Eurostat. Malta fue el único socio europeo que registró una tasa superior (18,6%), mientras que Rumanía fue el tercer Estado miembro con un mayor abandono escolar (18,1%). El informe indica que en España los estudiantes inmigrantes de primera generación tienen casi el doble de probabilidades de repetir curso en Primaria que los alumnos españoles.
El informe también advierte de que en España "se ha denegado el acceso a la educación a niños debido a la falta de un pasaporte válido o un documento de identidad", a pesar de la protección del derecho a la educación para migrantes y solicitantes de asilo.
Asimismo, el estudio refleja las ventajas que tiene para los estudiantes nativos en España el hecho de compartir aula con alumnos migrantes. En concreto, pone de manifiesto que los estudiantes españoles de escuelas con más alumnado migrante progresan más en habilidades para resolución de problemas que aquellos que van a colegios con menos migrantes.
En cuanto a las ratios de migración por edad y países, el informe revela que en el pico de migración, la edad media de los 53 países analizados era de 23 años, aunque varía desde los 19,5 en Bielorrusia hasta los 30 años en España.