MADRID, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
El 80 por ciento de los gorilas vive fuera de áreas protegidas afectadas por creciente demanda de materias primas que se extraen de los bosques donde habitan, según señala WWF, que alerta de que cada año se pierde en torno al 2,7 por ciento de sus ejemplares.
Con motivo de la celebración del Día Mundial del Gorila, que se celebra este sábado, 24 de septiembre, la ONG explica que los principales riesgos para los 360.000 gorilas que existen en la actualidad son la deforestación para conseguir madera o tierras aptas para la agricultura, la minería y las prospecciones de gas y petróleo además del furtivismo que acorrala a la especie con el fin de vender su carne de manera clandestina en restaurantes de lujo.
La ONG denuncia que las crías se venden vivas y los ejemplares adultos son cazados para su comercialización de su carne, troceada de forma ilegal en mercados clandestinos y restaurantes de lujo. Asimismo, persiste la caza furtiva de machos adultos para rituales, ya que incluso se pueden encontrar a la venta productos macabros como ceniceros hechos con manos de gorilas disecadas.
En la actualidad, 360.000 están repartidos entre dos especies, con cuatro subespecies que viven en África Central. Los más abundantes, los gorilas occidentales de las tierras bajas (Gorilla gorilla gorilla) habitan los bosques de África Ecuatorial Occidental, junto con menos de 300 ejemplares de gorilas del río Cross (G. g. diehli), catalogados en Peligro Crítico de Extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
También se encuentran en esta situación los gorilas orientales de Grauer (Gorilla beringei graueri), que perdieron más del 70 por ciento de su población en los últimos 25 años. Finalmente, entre los parques nacionales Bwindi (Uganda), Virunga (RD Congo) y de los Volcanes (Ruanda) habitan poco más de un millar de gorilas de montaña (G. b. beringei).
Con motivo del Día Mundial del Gorila, la ONG destaca su lucha "sin descanso" contra el tráfico ilegal de la especie, de su carne y crías y para restaurar hábitats y creando espacios protegidos y corredores ecológicos así como fomentando su conservación entre las comunidades locales y el turismo sostenible o con formación a los guardas de las reservas.
A consecuencia de estos esfuerzos, el gorila de montaña se está recuperando tras décadas de conflictos bélicos y de una intensa persecución por parte de cazadores furtivos, que asesinaban a grupos enteros de gorilas y sus familias para robar las crías. Actualmente, cuentan con 1.063 ejemplares, a los que se le añadieron 24 crías que nacieron en el Parque Nacional de los Volcanes (Ruanda) en 2021.