STUTTGART, 11 Nov. (DPA/EP) -
La empresa alemana de automoción Daimler ha aclarado este jueves que su compromiso asumido para poner fin a los coches de combustión interna en 2035 solo afecta a la división Mercedes-Benz Cars & Vans.
Según ha informado un portavoz de la empresa en Stuttgart, la electrificación es muy importante para Daimler pero en el negocio de gran volumen de camiones y los autobuses, la electrificación corre otros plazos.
La declaración de la Conferencia Mundial sobre el Clima (COP26) firmada en la ciudad escocesa estipula que la venta de coches de combustión interna debe terminar en los principales mercados a más tardar en 2035 y a nivel mundial en 2040. Los gobiernos firmantes fueron instados a "trabajar" para alcanzar este objetivo.
Según un documento del Gobierno británico, once fabricantes de automóviles apoyan la iniciativa, entre ellos Mercedes-Benz como único procedente de Alemania.
El grupo Daimler vende tanto coches como camiones con la marca de la estrella. Otras grandes automotrices germanas como Volkswagen o BMW no figuran en la lista de los que apoyan esta iniciativa.
El director general de Daimler, Ola Kllenius, dejó claro el miércoles en una conferencia del sector organizada por el diario económico 'Handelsblatt' que el compromiso de la empresa de Stuttgart está en línea con los anuncios anteriores de la compañía.
En julio, Daimler había señalado una ambición mucho mayor para el avance de su propia oferta de vehículos eléctricos. Con esta estrategia, el fabricante alemán anunciaba el adiós al motor de combustión.
Todo el negocio de Mercedes-Benz se orientará hacia la movilidad eléctrica. Según declaraciones anteriores, en 2025 Daimler quiere alcanzar alrededor del 50 por ciento de sus nuevas ventas con coches totalmente eléctricos o enchufables.
Kllenius explicó que la automotriz alemana se está preparando para "ser totalmente eléctrica" a finales de la década, siempre que "las condiciones del mercado lo permitan".
En este contexto, Alemania evitó sumarse a la Declaración de Glasgow. Sin embargo, otros 31 países, entre ellos India y Turquía, apoyan esta postura. Según el Ministerio germano de Medio Ambiente, el motivo de la negativa de Berlín es que la declaración hace imposible el uso de combustibles sintéticos en los motores de combustión.