MADRID 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
Amigos de la Tierra y la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU) abogan por la "renaturalización" de las ciudades como una de las medidas que puede favorecer tanto la adaptación como la mitigación de los efectos del cambio climático.
Ambas organizaciones han publicado el informe 'Derecho a la naturaleza, Derecho a la ciudad', en el que se presentan medidas para aunar el acceso a una vivienda digna y el derecho a espacios verdes, y recopilan diferentes representaciones de la desigualdad social en la ciudad y su relación con la naturaleza.
Según defienden, las zonas verdes urbanas "permiten la reducción a escala local de las temperaturas, además de generar espacios de encuentro y ocio y mejorar la salud de las personas, tanto física como mental".
"A pesar de la importancia de la naturaleza para la vida humana, vemos grandes diferencias en el acceso a zonas verdes por cuestiones de renta, lo cual debe corregirse de inmediato" comenta Miguel Díaz, responsable de Biodiversidad y Territorio en Amigos de la Tierra.
En este sentido, muestran su "preocupación por la falta de planes ambiciosos" para renaturalizar las ciudades, a lo que añaden los "efectos negativos" que estos proyectos pueden tener "debido al aumento de los precios de la vivienda, muy relacionado con la 'gentrificación verde', que destruye entramados vecinales y priva a la ciudadanía del derecho a la naturaleza".
"Controlar los precios del alquiler y blindar el acceso a la vivienda son mecanismos esenciales para garantizar que la necesaria implantación de proyectos de renaturalización se realice sin dejar a nadie atrás", comenta Clara Vázquez, responsable de Sostenibilidad en CECU.
En este contexto, las organizaciones establecen una serie de medidas de urgencia, para las que "es necesario contar con el trabajo conjunto entre todas las administraciones". Piden lograr una implementación de la renaturalización urbana para 2030 que permita cumplir con los criterios establecidos por la OMS (al menos un 30% de cobertura vegetal y que todas las viviendas se encuentren a un máximo de 300m de una zona verde), y asegurar el derecho a la naturaleza, de forma que los proyectos de renaturalización no contribuyan a la especulación inmobiliaria.
"Son necesarias varias medidas clave, desde regular el precio del alquiler y limitar la expansión de los pisos turísticos, a la prohibición de talar arbolado maduro en buen estado, pasando por la construcción y el reconocimiento de refugios climáticos comunitarios", subrayan.
Finalmente, Amigos de la Tierra y CECU instan a las administraciones públicas a tomar en cuenta estas medidas y llevarlas a la práctica "de forma urgente en un momento clave para garantizar la adaptación al cambio climático y asegurar el acceso a la vivienda".