MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -
Las rutas de las aves migratorias como la cigüeña blanca o el águila calzada están cambiando en las últimas décadas a consecuencia de los "peligros añadidos" por la presencia y la actividad humana, como los cambios o la destrucción del hábitat, la caza ilegal, los tendidos eléctricos eléctricos, aerogeneradores, veneno, caza ilegal o el cambio climático, según alerta SEO/BirdLife con motivo del Día Mundial de las Aves Migratorias.
En el marco de los resultados del Programa Migra, que la ONG realiza con Fundación Iberdrola España, la ONG ha señalado que la migración de las aves no es siempre igual porque las aves se van adaptando a medida que van apareciendo cambios, tanto los naturales como los provocados por el hombre.
El Día Mundial de las Aves Migratorias se celebra este 10 de mayo bajo el lema 'Su futuro es nuestro' y con la intención de sensibilizar sobre la necesidad de proteger las aves migratorias y sus hábitats.
La ONG ha detectado con los datos obtenidos del Programa Migra que algunas aves migratorias están cambiando su migración, zonas de reproducción e invernada y su fenología migratoria en las últimas décadas.
"Millones de aves" migran cada año desde sus zonas de invernada en cada época del año hasta el lugar más adecuado y pueden ser vistas surcando los cielos en sus largos arriesgados viajes y la ONG define la migración como "uno de los espectáculos más emocionantes" que ofrece la naturaleza.
La ONG afirma que está constatando cambios en la migración de algunas especies, entre ellas algunas tan populares y conocidas como la cigüeña blanca y el águila calzada y España presenta una ubicación "privilegiada" para observar la migración de las aves, al situarse en medio de la ruta de migración europeo-africana y por ello, millones de aves atraviesan la Península en los meses de migración.
Sin embargo, añade que este largo viaje "no está exento de peligros y amenazas", muchos de ellos naturales, como las barreras geográficas, la climatología, los depredadores, o la búsqueda de alimento y refugio en las zonas de descanso. En las últimas décadas, las aves migratorias, además, se enfrentan a otros "peligros añadidos" por la presencia y la actividad del hombre, como los cambios o destrucción del hábitat, caza ilegal, tendidos eléctricos, aerogeneradores, veneno, caza ilegal, cambio climático.
La coordinadora del programa Migra de SEO/BirdLife, Ana Bermejo, ha explicado que mediante el programa Migra, desarrollado en colaboración con Fundación Iberdrola España, se están constatando esos cambios en la migración, aunque aún "quedan por desvelar las causas que provocan esos cambios".
Con aparatos de seguimiento remoto, emisores vía satélite, geolocalizadores, data-loggers y emisores vía teléfono móvil, el programa Migra ha permitido conocer datos sobre los movimientos migratorios que después se aplican a su conservación a escala mundial.**En el caso de las cigüeñas blancas, esto se debe a la disponibilidad de nuevas fuentes de alimento aportadas por el hombre, pero las causas del cambio pueden ser muy variadas: cambios de hábitat, cambio climático, nuevas dificultades en los viajes, nuevas fuentes de alimentación, por lo que aún queda mucho por saber.
La cigüeña blanca históricamente invernaba en África, en las últimas décadas ha cambiado sus costumbres, como se conoce gracias al marcaje de más de 60 cigüeñas dentro del programa Migra. Ahora muchas prefieren los campos españoles para invernar, donde arrozales y basureros son una nueva fuente de alimentación que les permite soportar el invierno en tierras peninsulares, sin necesidad de marcharse hasta la lejana África subsahariana.
Además, el comportamiento migratorio depende de la edad del ave: los adultos tienden a quedarse en España, mientras que la mayoría de los jóvenes cruzan el Estrecho hasta el continente africano. Sin embargo, algunos adultos prefieren seguir viajando a África año tras año, a pesar de las dificultades del viaje, y de los problemas de llegar más tarde a su territorio.
Otra de las especies que está cambiando sus preferencias migratorias son las águilas calzadas, ya que algunas ya no migran a África a pasar el invierno. En otoño habitualmente volaban hasta África, a excepción de la población balear aparentemente sedentaria. Así era hasta los años 80 del siglo pasado. Desde entonces, el número de águilas calzadas que se observan en invierno en la península Ibérica ha ido incrementándose poco a poco.
De hecho, dos de las 23 águilas calzadas marcadas con emisores GPS en el programa Migra de SEO/BirdLife se quedaron a invernar en el Levante español. Sin embargo, la mayoría de sus congéneres siguen volando hasta África para pasar el invierno en el Sahel, en concreto en Guinea, Mali, Mauritania, Níger y Nigeria, a 2.800-3.500 kilómetros de sus nidos.
El 10 de mayo se celebra en todo el mundo el Día Mundial de las Aves Migratorias y este año, el lema 'Su futuro es nuestro futuro', pretende concienciar sobre el hecho de que las aves son unos excelentes bioindicadores de la salud del planeta y lo que a ellas les suceda debe servir de reflexión sobre el futuro de los hombres y sus necesidades de adaptación.
Para la ONG, conocer los cambios en las estrategias migratorias de las aves puede alertar y señalar prioridades de gestión y claves para la adaptación humana en áreas especialmente críticas. Al mismo tiempo, subraya que los cambios en las rutas y en el comportamiento migratorio de las aves puede ayudar a los hombres como sociedad a anticipar e identificar cuáles son los riesgos y escenarios de futuro a los que nos enfrentamos.
En la actualidad, el Programa Migra cuenta con 783 aves marcadas de 32 especies distintas, de las que han proporcionado información de utilidad 447 aves de 31 especies. Este programa cuenta con más de 300 colaboradores y 50 entidades colaboradoras en España y en el extranjero.