Pardela balear, especie endémica y amenazada mundialmente
PEP ARCO-SEO/BIRDLIFE
Publicado: viernes, 12 enero 2018 13:35

   MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Las capturas accidentales afectan "seriamente" a la demografía de las aves marinas en todo el mundo, según un estudio que analiza el impacto de las artes de pesca en la supervivencia adulta de la pardela cenicienta, una de las aves marinas más sensibles.

   El artículo, que publica la revista Global ChangeBiology, evidencia por primera vez la diferencia entre colonias, ya que las aves de cada una suelen visitar distintas zonas en sus viajes de alimentación, con distinto riesgo de captura accidental.

   El trabajo, realizado por IMEDEA y CEAB del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y por SEO/BirdLife se publica, precisamente a cuatro días de que el próximo martes 16 de enero se celebre una votación en el Parlamento Europeo sobre el reglamento de medidas técnicas de pesca, que en su versión inicial incluía por primera vez un compromiso para abordar de forma regional el problema de capturas accidentales.

   Así, el estudio confirma que la captura accidental en artes de pesca representa una de las principales amenazas para las aves marinas. Hasta la fecha, numerosos trabajos apuntaban la muerte de miles de ejemplares cada año en todo el mundo por esta causa. Pero relacionar estas muertes con la tendencia de las poblaciones de las especies afectadas era más complejo, pero necesario para tomar las medidas de conservación más adecuadas en cada caso.

   Para SEO/BirdLife, en el Mediterráneo es un problema "particularmente grave" la mortalidad de pardelas en artes de palangre, por la incidencia de capturas y su delicado estado de conservación.

   Además, el estudio muestra por primera vez cómo el problema afecta seriamente a la dinámica poblacional de la pardela cenicienta (Calonectris diomedea). La investigación revela diferencias en la supervivencia adulta entre distintas colonias del Mediterráneo español, y las relaciona con diferencias en el riesgo de captura.

   Los autores han elaborado un mapa de riesgo de captura en el Mediterráneo occidental, teniendo en cuenta el esfuerzo de pesca de diferentes variedades de palangre y la probabilidad de estas de capturar pardelas cenicientas.

   Al mismo tiempo, a partir de marcajes con registradores de GPS, se definieron las principales áreas de alimentación para las pardelas de tres colonias: Islas Columbretes, Islote de Pantaleu (Mallorca) e Isla del Aire (Menorca).

   Así, se cruzaron ambas fuentes de información para estimar el riesgo relativo de cada colonia ante las capturas accidentales, así como contrastarlo con la supervivencia adulta en cada una de ellas.

   El trabajo mostró cómo las aves de Pantaleu suelen alimentarse en zonas de mayor riesgo de captura accidental, y en consecuencia presentan la tasa de supervivencia adulta más baja (84,3%), mientras que las de Isla del Aire son las menos expuestas a este riesgo antropogénico y presentan la supervivencia más elevada (92,4%). Se considera que para este tipo de aves, muy longevas, la tasa de supervivencia debería ser cercana o superior al 90 por ciento, algo que no ocurre en el caso de Columbretes (86,9%) y Pantaleu.

   La investigadora del CSIC, coordinadora del estudio y autora principal Meritxell Genovart ha destacado que entender cómo funcionan las poblaciones "es clave" para poder tomar las medidas de gestión adecuadas, y la demografía es una herramienta "esencial". "Es muy importante contar con programas de seguimiento a largo plazo, que sigan protocolos estandarizados", ha añadido.

   Por su parte, para el responsable del programa marino de SEO/BirdLife, Pep Arcos, ve "esencial" trabajar sobre el terreno, junto al sector pesquero para entender el problema "en detalle" y desarrollar las "medidas más adecuadas para aves y pescadores" para frenar las capturas accidentales en artes de pesca que "requiere de una solución urgente".

   Si bien, Arcos considera también que es "clave" presionar para que las distintas Administraciones competentes asuman sus responsabilidades y se comprometan a trabajar para minimizar las capturas accidentales. "Pese a que el problema parece cada vez más presente, son muy pocos los avances reales hacia dicho compromiso", ha concluido.