Ucrania (sin tener en cuenta el impacto de la guerra), Bosnia, Bélgica y Bulgaria están en riesgo medio
MADRID, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
China, Mozambique, Senegal y Afganistán son los países con mayor riesgo por su concentración de basura a nivel mundial, mientras que España se encuentra "fuera de la zona de peligro", según un estudio en realizado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
La investigación, publicada en la revista científica 'Nature Communications' ha identificado una lista de países que tienen un riesgo más alto de saturar su capacidad de gestionar la basura.
El trabajo ha sido elaborado por un equipo del Instituto de Física Interdisciplinar y Sistemas Complejos (IFISC, centro mixto del CSIC y la Universidad de las Islas Baleares) y ha sido dirigido por el investigador Ernesto Estrada.
En concreto, el trabajo ha descrito una 'World-Wide Waste Web' (Red mundial de residuos), que es un conjunto de redes globales de intercambio entre países que importan y exportan basura.
Entre ellos, se observa que China se ha convertido en exclusivamente exportador neto de residuos, frente a México que, al contrario, los importa.
Según este estudio, los países que mayor contaminación química producen por basuras son China, Mozambique, Senegal y Afganistán.
Los investigadores definieron una red para cada tipo de desechos de acuerdo con la base de datos en línea de la Basel Convention of the Control of Transboundary Movement of Hazardous Wastes and their Disposal (BaC) y la han comparado con la capacidad de cada país para gestionar esos residuos entre 2001 y 2019.
Dicho índice, junto a la Wordl-wide waste web, identifica los países por su riesgo para gestionar de forma incorrecta los residuos en función de si su nivel de congestión es alto y si los gestiona de forma adecuada.
Para cuantificar esto, los investigadores utilizaron el EPI (de las siglas en inglés Enviromental Performance Index), una clasificación que indica qué países están abordando mejor los retos medioambientales a los que se enfrenta cada nación y que proporciona información sobre capacidad de gestionar distintos tipos de residuos.
En concreto, concluye que 57 países están en situación de riesgo, de los que más de la mitad, 29, están en África; 16 en Asia; 5 en América; 4 en Europa y 3 en Oceanía.
De estos, el estudio se ha centrado en los 28 con riesgo más alto de impacto medioambiental de los que ha analizado sus huellas hídricas, los compuestos químicos generados por los residuos que dejan restos cuantificables en el medio ambiente y/o en animales y personas en forma de metales pesados, compuestos orgánicos volátiles o contaminantes orgánicos persistentes.
Estrada ha concluido que España "está en la zona de seguridad" igual que la mayoría de países europeos porque sus capacidades de infraestructura y trayectoria medioambiental "hacen que el flujo de residuos que entra y sale de ellos no represente un alto riesgo de impacto medioambiental".
No obstante, advierte de que el hecho de estar en dicha zona no significa que un país no pueda pasar a alto riesgo si sus importaciones de residuos se incrementan más allá de sus capacidades de procesamiento.
Ningún país europeo está en riesgo alto, pero sí hay cuatro en riesgo medio: Ucrania (sin tener en cuenta el impacto de la guerra), Bosnia y, en menor medida Bélgica y Bulgaria.
Por otro lado, la investigación concluye que la densidad de conexiones ha disminuido entre 2001 y 2019 y que muchos países se están convirtiendo exclusivamente en importadores o bien en exportadores de residuos.
Con este método, los investigadores del CSIC confían en que se abra una puerta a la gestión de los residuos peligrosos más eficiente y a la implantación de medidas que garanticen un mejor control de estos.
De los 7 a 10 millardos de toneladas de basura anual en todo el mundo, de 300 a 500 millones de toneladas son desechos peligrosos, ya sea por su carácter corrosivo, inflamable o tóxico.
Una parte de estos restos no se queda en su país de origen y viaja a través de la world-wide waste web para ser procesada en otro sitio para deshacerse de estos restos de forma más económica y para tener fácil acceso a materiales recolectados mediante el reciclaje de esos desechos, en el caso de los países importadores.
"Es por eso que la world-wide waste web es una red direccional y ponderada, es decir, los residuos viajan de un país A a un país B, pero no necesariamente al revés ni en la misma cantidad que de A a C, por ejemplo", explica Estrada.
Esta característica queda patente en la gran asimetría existente a la hora de importar y exportar residuos peligrosos entre países desarrollados y en vías de desarrollo, donde los países desarrollados exportan a los menos desarrollados más de lo que importan de ellos.
Sin embargo, la capacidad de procesar estos restos no es igual para todos los países, y muchos de ellos corren el riesgo de congestionarse, es decir, importar más cantidad de desechos de la que son capaces de gestionar sin comprometer el medio ambiente.