BRUSELAS, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha aprobado este martes el registro de una iniciativa ciudadana europea que demanda la prohibición del glifosato, cuyos organizadores deben ahora recolectar en un año un millón de formas de al menos siete países a favor de su propuesta para obligar a Bruselas a reaccionar tres meses después.
El colegio de comisarios ha aceptado esta iniciativa, que en concreto invita al Ejecutivo comunitario a prohibir este herbicida, a reformar el procedimiento de aprobación y a establecer objetivos europeos de reducción obligatoria para su uso.
La iniciativa será registrada formalmente el próximo 25 de enero, fecha desde la que empezará el proceso de un año para conseguir el millón de firmas necesarias. La Comisión Europea ha detallado en un comunicado que la decisión de este martes sólo incluye la admisión a trámite de la propuesta, cuyas condiciones son que la propuesta "no esté manifiestamente fuera" de sus competencias, que no es abusiva, frívola, vejatoria o contraria a los valores de la UE.
Si los promotores de la iniciativa ciudadana consiguen finalmente reunir un millón de formas procedentes de siete Estados miembros, la Comisión Europea dispondrá de tres meses para reaccionar. Bruselas podría en ese caso seguir la propuesta o no hacerlo, aunque en ambos casos tendría que justificar su posición.
La renovación de la autorización de este compuesto químico utilizado en muchos herbicidas es una cuestión polémica que cuenta con la oposición de muchas organizaciones medioambientales. La última autorización finalizó el 30 de junio del año pasado y, ante la falta de consenso entre los países de la UE al respecto, Bruselas decidió extender de una forma temporal, hasta 2018, el permiso, a la espera de nuevos estudios sobre su toxicidad.
La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cánder de la OMS (IARC) ha determinado que el glifosato puede ser cancerígeno para los seres humanos. Una opinión contraria a la postura de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, que descartó que la exposición a este compuesto pueda causar cáncer, aunque propuso fijar unos niveles máximos para controlar su ingesta a través de alimentos.