MADRID, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Ministros, a petición del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA), ha acordado este viernes 10 de noviembre destinar 491.521 euros al rescate de 215 ejemplares de nacra (Pinna nobilis) y su mantenimiento en cinco centros especializados, según ha informado el MAPAMA.
La Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar del MAPAMA declaró el pasado 17 de octubre de emergencia este rescate de ejemplares de nacra, tras considerarse la situación de este molusco como "catastrófica", al verse afectada por el protozoo Haplosporidio en todas sus poblaciones del litoral Mediterráneo, a excepción de las situadas al norte del delta del Ebro.
Los 215 ejemplares de nacra que van a ser rescatados provendrán de la única población española que hasta la fecha no se ha visto afectada, situada al norte de La Ametlla de Mar (Tarragona).
Los ejemplares rescatados serán trasladados a las siguientes instalaciones especializadas: 50 ejemplares en el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA) en Huelva; 50 ejemplares en el Instituto Español de Oceanografía (IEO) de Murcia; 100 ejemplares en el Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA), en Tarragona; 10 ejemplares en el Instituto de Investigación en Medio Ambiente y Ciencia Marina (IMEDMAR), en Calpe; y cinco ejemplares en el Oceanogràfic, en Valencia.
Con este rescate y mantenimiento de ejemplares sanos se trata no sólo de evitar su infección, sino mantener una especie con una función ecológica básica para la preservación de la biodiversidad, disponer de un reservorio genético de la especie y poder llevar a cabo estudios y desarrollar un futuro programa de cría en cautividad.
UNA ESPECIE ESTRUCTURANTE PARA LOS HÁBITATS MARINOS
El MAPAMA destaca que la nacra es el molusco endémico del Mediterráneo de mayor tamaño, pudiendo alcanzar una longitud máxima de la concha de 120 centímetros. Además, asegura que es una especie longeva que puede alcanzar los 50 años de edad y que vive principalmente en las praderas de Posidonia oceánica, pudiendo encontrarse hasta los 60 metros de profundidad.
Por su tamaño, se considera una especie estructurante, ya que proporciona nuevos hábitats generando un aumento de la biodiversidad y riqueza específica en los ecosistemas en los que está presente.
La nacra ha sufrido un evento de mortalidad masiva en Almería, Murcia, Torrevieja, Ibiza y Formentera, que se ha ido extendiendo por el Mediterráneo español, afectando a día de hoy a las poblaciones de las costas de Andalucía, Región de Murcia, Comunidad Valenciana e Islas Baleares. Según apunta el Ministerio, únicamente algunas de las nacras situadas al norte del delta del Ebro siguen sanas a día de hoy.