MADRID, 27 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los cotos de caza que albergan poblaciones de lince ibérico mantienen elevadas densidades de perdices y conejos, sin que su presencia afecte a sus prácticas de gestión, según un estudio llevado a cabo en Portugal por la Fundación Artemisan junto con la Universidade de Trás-os-Montes e Alto Douro y CECAV.
El estudio, publicado en la revista 'Journal of Nature Conservation', comparó la abundancia de especies cinegéticas y de mamíferos carnívoros en cuatro cotos de caza: dos con linces reproductores y dos sin su presencia. Los resultados mostraron que en los cotos con linces la población de perdiz roja era cinco veces mayor que en los cotos sin ellos, mientras que los conejos eran muy abundantes frente a la presencia de los cotos sin lince.
Además, se ha detectado que el lince ejerce un control natural sobre predadores como zorros, meloncillos y gatos domésticos, y que favorece un equilibrio ecológico en el hábitat, por lo que este rol depredador permite que las especies de caza menor prosperen sin necesidad de medidas adicionales de control intensivo por parte de los gestores de los cotos.
Los propietarios y gestores de los cotos han señalado que la presencia del lince no supone un problema para las prácticas tradicionales de gestión, como el aporte de agua, la siembra de cultivos específicos o el control de predadores, sino que calificaron al felino como un "guarda de caza" que contribuye activamente a la sostenibilidad del entorno.
Según el investigador de Fundación Artemisan, José Antonio Torres "este estudio es una prueba más de que el lince no es un problema para los cazadores, sino que es un auténtico aliado que está ayudando a la recuperación de especies de caza menor, como la perdiz roja y el conejo". Además, ha destacado que la experiencia en Portugal es similar a la de España, donde la reintroducción del lince ha revitalizado cotos que estaban en declive.
Asimismo, desde la fundación han recordado que el lince ibérico estuvo al borde de la extinción en los años 1990 con apenas 200 ejemplares y ha experimentado una recuperación debido a los programas de conservación. Actualmente, su población supera los 2.000 individuos y se distribuye por Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Región de Murcia y Portugal. Además, la mayoría de estos animales habitan en cotos de caza, donde encuentran su principal alimento, el conejo de monte.