MADRID, 22 Mar. (EDIZIONES) -
España cuenta con uno de los niveles más elevados de tensión hídrica de los países que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Lo advirtió en marzo la propia organización en su 'Estudio Económico de la OCDE sobre España'.
Se habla de estrés hídrico cuando la demanda de agua es más importante que la cantidad disponible durante un periodo determinado y en el caso de España se debe, según la propia OCDE, "al elevado uso del agua en los sistemas de regadío agrícolas".
Analizamos en cinco gráficos el estado actual del agua en España:
1.- ¿CUÁNTA AGUA BEBEMOS?
El consumo medio de agua en los hogares ascendió en 2014 (último año para el que hay datos) a 132 litros por habitante y día, dos litros más que el año anterior. Pese a este aumento, si se observa la evolución histórica se aprecia cómo la tendencia, en general, es descendente desde el año 2005.
Por comunidades autónomas, los que más gastaron en 2014 por habitante fueron Castilla y León, Comunitat Valenciana, Cantabria, Canarias y Asturias, todos ellos por encima de la media nacional.
2.- QUÉ CALIDAD DE AGUA BEBEMOS EN ESPAÑA
A la vista de los análisis que lleva a cabo el Ministerio de Sanidad se puede decir que la calidad del agua que se bebe en España es buena. De todos los de análisis de agua de consumo humano llevados a cabo en 2014 (último año para el que hay datos), el 96,1 por ciento salió apta para el consumo, en un 0,4 por ciento se declaró no apta y sólo en un 0,1 por ciento de los casos se encontró riesgos para la salud.
Al analizar los parásitos, microorganismos o químicos presentes en el agua que se bebe, la conformidad con los niveles que estipula la ley se cumple en el 99,1% de las muestras para microbiorganismos, en el 99,8 por ciento para los químicos, en el 99,9 por ciento para plaguicidas y el 99,8 por ciento para organolépticos.
De todos los agentes biológicos, químicos o físicos que se controlan en el agua de consumo para saber la calidad de ésta, los más presentes son el Sulfato (no conforme con la legislación en el 10% de los casos analizados), Cloruro (5% de no conformes), Sodio (3%) y Arsénico (3%), cuya presencia Sanidad achaca a "la naturaleza del terreno" y los Nitratos (2,2%), usados fundamentalmente en agricultura como plaguicida inorgánico y en forma de purines de animales en agricultura.
Las zonas de abastecimiento rurales son las que tienen un menor porcentaje de conformidad de la calidad del agua respecto a las urbanas motivado por el origen del agua y el proceso de tratamiento.
3.- ¿A CUÁNTA AGUA TOCAMOS POR CABEZA?
En el ranking mundial de agua disponible, España ocupa una posición intermedia entre los países más ricos en agua y los más afectados por la escasez de este recurso. De acuerdo a los datos de la ONU, cada español 'toca' a unos 2.385 metros cúbicos de agua. Este dato es una aproximación a partir del caudal medio a largo plazo de los ríos del país, el agua disponible en acuíferos y las precipitaciones medias.
El dato de España es una cantidad sensiblemente inferior a países con abundancia de agua, como los 521.472 metros cúbicos a los que 'tocan' los islandeses, pero lejos también de los países que sufren de la falta de este recurso debido a sus condiciones climáticas como, por ejemplo, Kuwait, en donde el ratio que usa la ONU para clasificar el agua disponible es de 6.15 metros cúbicos por persona y año.
4.- ¿A QUÉ SE DESTINA ESE AGUA?
¿Si a España, por condiciones geográficas y climáticas, no le falta agua como es posible entonces que la tensión hídrica sea elevada? La respuesta de la OCDE es la gestión que se hace del agua para la agricultura.
Del total de agua que se extrae para su uso en España, la mayor parte va para la agricultura (alrededor del 60%), mientras que la industria se lleva un 21,7% y los Ayuntamientos para su distribución a los hogares, el 17,7%, según datos de la FAO, lo que coloca a España en la parte media-baja del ranking a nivel mundial de uso de agua para la industria y el consumo humano y en la parte media-alta del ranking para la agricultura.
5.- ¿DÓNDE SE CONSUME MÁS AGUA PARA LA AGRICULTURA?
Al igual que ha sucedido con el agua que consumen los hogares, aunque con altibajos, el agua destinado al riego ha descendido de manera general en los últimos años.
A pesar de ello, en su último informe la OCDE advierte de que en algunas comunidades autónomas, sobre todo en la zona sur en donde la agricultura de regadío es un sector clave, "una proporción importante de aguas subterráneas se encuentran en riesgo de sobreexplotación y las escorrentías agrícolas están dañando la calidad de las aguas subterráneas, contribuyendo a la degradación de los ecosistemas, incluidos importantes humedales".
Teniendo en cuenta el volumen de agua que se destina a regar cada hectárea cultivada, la Comunidad Valenciana es la región española en donde más agua se usa para los cultivos, seguida de La Rioja, Navarra, Extremadura y Murcia, comunidades todas ellas donde el porcentaje de hectáreas de cultivo dedicadas al regadío es superior a la media nacional.
Para mejorar la gestión del agua en la agricultura la OCDE recomienda un aumento de los incentivos de precios en el uso del agua, incluido un régimen eficiente de comercio del agua y un sistema de precios eficiente que ayude a generar incentivos para utilizar tecnologías de ahorro de agua de manera más generalizada en la producción agrícola.
En su opinión, las recientes medidas temporales introducidas en virtud de un decreto ley en 2015 en respuesta a la sequía, que incluyen la autorización a vender derechos sobre recursos hídricos a un conjunto más amplio de usuarios así como la venta de los derechos no utilizados en el año anterior, "van en la dirección correcta y deberían hacerse permanentes".