MADRID, 8 Jun. (EDIZIONES)
Los océanos cubren alrededor de dos tercios de la superficie de la Tierra y son los verdaderos pulmones del planeta, ya que generan la mayor parte del oxígeno que respiran los seres vivos. Desafortunadamente, las superficies marinas se encuentran amenazadas a causa de algunas prácticas humanas como el vertido de residuos plásticos, según apunta Naciones Unidas.
Los plásticos están presentes en materiales de construcción, en multitud de productos textiles y en casi cualquier objeto cotidiano. Una vez usados, suelen terminar en vertederos donde son incinerados o reciclados, pero las toneladas de fragmentos plásticos que se acumulan en el mar demuestran que, en otras ocasiones, llegan a los océanos a través de las vías fluviales o de los sistemas de drenaje de aguas en las zonas urbanas.
Te mostramos cuánto tardan en descomponerse los productos plásticos más habituales en el mar:
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Entre los objetos más frecuentes vertidos en el océano, se calcula que una botella de plástico tardaría, al menos, 500 años en degradarse en el fondo marino, un tiempo equiparable al que ha pasado desde que nació Cervantes. Incluso más tardaría un hilo de pesca, que se descompondría en 600 años aproximadamente, tanto como el tiempo que hace desde que Colón llegó a América.
Un vaso de plástico o una bolsa depositados en el océano en el momento en que el hombre pisó la luna por primera vez empezarían a descomponerse en la actualidad, pasados 50 años como mínimo. Serían 100 años los que tardaría en descomponerse un mechero —equivalentes al centenario del hundimiento del Titanic— y, entre 10 y 20, la suela de un zapato. Por su parte, las colillas, uno de los objetos más comunes encontrados en los océanos según Ocean Conservancy, tardarían entre 1 y 5 años en descomponerse.
El tiempo de degradación del plástico depende de su composición y de las condiciones ambientales a las que se expone (luz solar, oxígeno, agentes externos) y, como señala Greenpeace, la descomposición del plástico en los océanos es mucho más lenta que en tierra.
Aunque el oleaje acelera la degradación del plástico, cuando éste baja de la superficie y queda cubierto por materia orgánica o inorgánica presente en el mar, se expone en menor medida a la luz solar. De esta manera, disminuyen las temperaturas y el oxígeno que recibe el objeto, lo que retrasa su descomposición.
Es posible encontrar plásticos en todos los océanos del mundo, desde el Ártico hasta el Antártico. No en vano, Greenpeace denuncia cinco áreas de concentración con la apariencia de "islas" o "sopas" de plástico en las zonas donde convergen las corrientes marinas: una en el Índico, dos en el Atlántico y dos en el Pacífico.