MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
Estados Unidos no podrá abandonar de manera efectiva el Acuerdo del Clima de París al menos hasta el 4 de noviembre de 2020 y, para llegar a esa fecha, un año antes deberá notificar por escrito a la Organización de Naciones Unidas.
Según han explicado a Europa Press fuentes oficiales, para que Estados Unidos se retire del Acuerdo de París debe denunciarlo mediante una notificación por escrito al Secretario General de Naciones Unidas.
Sin embargo, el presidente estadounidense no podrá realizar este trámite hasta "cualquier momento después del 4 de noviembre de 2019", esto es, tres años después de la fecha de entrada en vigor del Acuerdo para Estados Unidos, que es el 4 de noviembre de 2016.
De acuerdo con el propio articulado del Acuerdo multinacional, suscrito por 197 países en 2015, la denuncia surtirá efecto al cabo de un año contado desde la fecha en que el Secretario General de Naciones Unidas haya recibido la notificación o, posteriormente, en la fecha que se indique en la notificación.
Por tanto, según estas fuentes la retirada efectiva del Acuerdo como tal no podrá surtir efecto hasta, cómo pronto, el 4 de noviembre de 2020.
A este respecto, la exministra de Medio Ambiente Cristina Narbona, ha calificado de "zafio" de Estados Unidos y espera que "no dure mucho como presidente" de modo que antes de que el país se desvincule del Acuerdo del Clima de París, otro presidente gobierne el país norteamericano.
La exministra, no obstante, ha dicho que no es pesimista, porque la historia del mundo va "en otra dirección" y Trump "en la contraria". En todo caso y, aunque formalmente Estados Unidos no puede abandonar el acuerdo hasta 2020, casi ve preferible que se vaya y no esté en vez de permanecer dentro para boicotear y bloquear las distintas decisiones y avances que se adopten en el marco de la lucha contra el cambio climático.
Narbona considera que el anuncio llega después de que recientemente recortase la financiación a la cooperación internacional, un hecho que se suma a la salida del Acuerdo de París y que, en definitiva, considera que son la prueba de las prioridades del presidente estadounidense que se centran en armamento en vez de en cooperación, medio ambiente, educación o salud.