MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
El olivar del Mediterráneo representa un importante refugio para la flora y la fauna de Europa, siendo un cultivo estratégico para la conservación del patrimonio natural a escala nacional y continental. Así se desprende del estudio desarrollado por el LIFE Olivares Vivos +, coordinado por SEO/BirdLife, en España, Portugal, Italia y Grecia.
El estudio, realizado por la Universidad de Jaén y la Estación Experimental de Zonas Áridas del CSIC, ha puesto termómetro a la biodiversidad y ha determinado que, a pesar del "serio deterioro" que ha sufrido tras décadas de intensificación agrícola y por la simplificación del paisaje, sigue habiendo un importante número y diversidad de especies.
En los cuatro países se ha realizado un muestreo de más de 330.000 registros, detectando más de 1.600 taxones --a nivel de especie y/o morfoespecie-- que abarcan 990 géneros y 279 familias/subfamilias de todos los grupos analizados: aves, polinizadores, murciélagos, hormigas, arañas y plantas.
Entre los resultados del estudio, se concluye que aparentemente la biodiversidad en el olivar se incrementa de este a oeste, con un máximo en la península ibérica en todos los grupos estudiados, salvo en los murciélagos.
"También se observa una segregación geográfica y regional en la identidad de los taxones (especies, géneros), lo que significa una renovación notable de ellos a lo largo de este gradiente geográfico, que contribuye a incrementar la diversidad general, y que es compatible con gradientes geográficos y de deforestación propios del Mediterráneo", ha expicado Pedro J. Rey, catedrático de Ecología de la Universidad de Jaén y líder de la investigación en este proyecto.
Los resultados, además, son "relevantes" para entender las consecuencias de una creciente aridez del clima sobre la diversidad y composición de las comunidades biológicas en los paisajes de olivar.
Por otro lado, los hallazgos de los estudios que Olivares Vivos realizó en Andalucía pusieron de*manifiesto que la intensificación agrícola impacta seriamente en la biodiversidad mediante la homogeneización del paisaje agrícola y la pérdida de hábitat natural, así como mediante prácticas agrícolas intensivas como la eliminación persistente de cubiertas y el uso de plaguicidas.
Con los nuevos estudios, estos hallazgos se refrendan a escala continental ya que este patrón es consistente en cada uno de los cuatro países (España, Portugal, Italia y Grecia) y en las 10 regiones estudiadas, --incluyendo el Alentejo portugués, Extremadura y Castilla-La Mancha, Andalucía en su extremo semiárido peninsular y Comunidad Valenciana en España; Lacio y la Toscana, Italia, y Creta y Peloponeso, en Grecia--.
Con estos nuevos datos, Olivares Vivos ha aunado los resultados de ambos proyectos LIFE obteniendo la visión más completa que se ha logrado de la biodiversidad del olivar en general y, en particular, en la península ibérica que, con más de 3 millones de hectáreas, alberga más del 50% del olivar europeo", ha señalado Rubén Tarifa, técnico del CSIC y coordinador de los trabajos de campo.
825 ESPECIES DE PLANTAS
Gracias a este cómputo, en España y Portugal, Olivares Vivos ha registrado un total 825 especies de plantas, el 12% del total de los taxones ibéricos; 142 géneros de arañas, que son el 32% de los que habitan en la península; 285 tipos de abejas silvestres, el 28%; 192 especies de aves, el 32%, y 20 tipos diferentes de murciélagos, que suman el 57% de los murciélagos ibéricos.
El esfuerzo de muestreo en la península ibérica permite también abordar aspectos relacionados con la distribución de la biodiversidad a lo largo de gradientes climáticos, así como realizar inferencias sobre el futuro de esa diversidad ante un escenario realista de incremento de aridez, según los impulsores del estudio que se presentó este martes en Madrid.
Para ello, Olivares Vivos seleccionó cuatro fincas ubicadas entre Granada, Almería y Alicante bajo condiciones semi-áridas, considerando también otra en el sureste de Jaén, de la que ya se disponía de información del proyecto anterior en este tipo de ambiente, y comparó sus datos de biodiversidad con los obtenidos en fincas bajo condiciones más favorables para el cultivo.
Este análisis comparativo ha revelado que son aquellas fincas de climas más áridos las que muestran los niveles más altos de diversidad de flora y fauna. En este sentido, los principales factores que determinan la variación en los niveles de biodiversidad y composición son los mismos: el manejo de la cubierta herbácea y la complejidad del paisaje, que moldean la biodiversidad general.
"Esto nos hace ser optimistas de cara a manejar la biodiversidad en los paisajes de olivar ante una creciente aridez derivada del cambio climático, puesto que el esquema agroambiental del modelo Olivares Vivos, que ya funciona recuperando biodiversidad en condiciones relativamente suaves, lo haga también en condiciones semiáridas", afirma Francisco Valera, científico del CSIC en la Estación Experimental de Zonas Áridas.