MADRID, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
Expertos internacionales en gestión hídrica han elaborado un conjunto de recomendaciones para frenar la contaminación en el entorno del Mar Menor que pasa por mejorar la captación de datos, reducir los aportes de contaminación agrícola y ganadera y mejorar la gestión de las aguas residuales en el entorno de la laguna salada murciana y en otros entornos costeros, afectados por la contaminación procedente de una deficiente gestión de la depuración de los recursos hídricos.
Así lo han expuesto este lunes en la I Jornada Científica Internacional sobre el papel de las aguas residuales en la contaminación costera, organizada en Madrid por la Alianza para las Tecnologías Costeras (Alliance for Coastal Technologies, ACT), una entidad científica de Estados Unidos de la que forman parte instituciones de investigación, gestores de recursos y empresas del sector privado.
Los ponentes han propuesto la instalación de una red de monitorización precisa y bien dimensionada que aporte datos con los que se puedan obtener valores, al menos aproximados, de las variaciones de calidad del agua de la laguna, que ahora mismo no existen.
Además, aconsejan instalar tecnología de última generación para esta monitorización, con los mejores sensores, una gestión de estos adecuada, y de los datos que generarán así como reducir las entradas de contaminantes provenientes de ganadería, con una gestión moderna de los restos orgánicos que producen, con sistemas ya desarrollados que hay que implementar a la mayor brevedad posible.
Asimismo, plantean reducir las entradas de los productos que se utilizan en agricultura, apoyando la tendencia que ya se está dando en el Campo de Cartagena, con el control de la gestión del agua y productos, y el cambio a agricultura ecológica. En ese contexto, consideran "fundamental" cambiar la gestión de aguas residuales hacia sistemas eficientes de depuración con organización descentralizada de las depuradoras y un sistema de monitorización en continuo de aliviaderos, depuradoras y sistema de alcantarillado.
Durante la jornada en la que se ha analizado el caso del Mar Menor, científicos internacionales como Mario Tamburri han apostado por actualizar los métodos y conceptos para lograr determinar de manera precisa el origen de los elementos que degradan la laguna salada y ha pedido una "reflexión científica sobre la contaminación de las aguas costeras y, en concreto, sobre el papel de las aguas residuales", que son señaladas como la causa principal de la degradación del Mar Menor.
Además, el doctor en Oceanografía Física y profesor en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Jesús Cisneros junto a Tamburri ha redactado un 'Manifiesto por el Mar Menor', firmado por una treintena de científicos, que asegura que el fósforo procedente de las aguas residuales urbanas en sus diferentes formas es limitante de los crecimientos vegetales marinos es lo que acelera la "sopa verde".
En concreto, el director de Alliance for Coastal Technologies (ACT) y profesor en la Universidad de Maryland en materias de costas urbanas sostenibles, Mario Tamburri, ha instado a acometer una reflexión científica sobre la contaminación de las aguas costeras y, en concreto, sobre el papel de las aguas residuales" para disponer de un diagnóstico apropiado de cara a buscar soluciones "duraderas".
El estadounidense ha pedido actualizar métodos y conceptos para determinar con precisión el origen de los elementos que degradan espacios como el Mar Menor, "aunque moleste a los gobernantes".
El Manifiesto destaca que "la polémica social y política" a raíz de la contaminación del Menor ha desterrado un "análisis sereno" sobre las causas objetivas del suceso e incluye que los informes sobre la Laguna del Mar Menor, realizados por los diferentes organismos científicos durante estos años, certifican que el fósforo es el limitante de los crecimientos vegetales marinos y por lo tanto de la "sopa verde" y de los crecimientos de ovas que provocan la mortandad de peces en la laguna.
Los mismos informes indican en repetidas ocasiones que la única fuente relevante de emisión de fósforo a la laguna son las aguas residuales, a través de diferentes formas que adopta el fósforo", añade el documento. "Por lo tanto -continúa-, los nuevos crecimientos de fitoplancton y ovas en la laguna del Mar Menor son debidos en gran parte a los vertidos de aguas residuales, que contienen fósforo en grandes cantidades", asegura el trabajo.
Además, el informe se centra en la situación del Mar Menor a partir de 2015 y apunta que la "sopa verde" se debe a la suma de distintos factores como el deterioro drástico de la red de saneamiento, saturación urbanística y deficientes sistemas de depuración, junto con aumento de lluvias torrenciales y sistemas sin capacidad para absorber las mismas, y también por el cambio de forma de presentación del fósforo en los jabones.
La Alliance for Coastal Technologies está investigando los efectos de los jabones en la contaminación, dado que contienen un fósforo poco soluble que se va al fonde y permanece en la columna de agua, lo que consideran que ha permitido el crecimiento de fitoplancton y de ovas que están proliferando de forma continua en la laguna del Mar Menor".