Actualizado: jueves, 23 marzo 2017 17:58

   MADRID, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -

   El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (FENACORE) y de la Comunidad Euromediterránea de Regantes (EIC), Andrés del Campo, ha reclamado este jueves a la Presidencia de la Unión Europea que termine con la parálisis hidráulica existente y avanzar en obras de regulación frente "al fundamentalismo ecologista" para hacer frente a los efectos del cambio climático.

   En su intervención en la Asamblea General de la Red Mediterránea de Organismos de Cuenca (REMOC) que se celebra en Malta, Del Campo pidió a Bruselas que sea "más liberal" al plantear nuevas infraestructuras y que evite caer en el "fundamentalismo ecologista" que, en su opinión, aveces prima sobre criterios sociales y económicos y obstruyendo las garantías de agua tanto para usuarios (regantes) como para consumidores.

   Si bien, ha defendido la orientación de la normativa europea hacia la preservación del medio ambiente pero introduciendo "cierta flexibilidad en la interpretación del principio de no deterioro para poder avanzar de manera sostenible en la construcción de estas obras de regulación".

   Además, considera que esto es importante ahora que el calentamiento global no sólo reduce la frecuencia de precipitaciones sino que eleva la temperatura media, lo que implica un aumento del consumo que exige incrementar las reservas de agua.

   A pesar de que Europa cuenta con una regulación natural que permite disponer del 40 por ciento de los recursos naturales, deberá seguir construyendo obras hidráulicas para aumentar la garantía de agua, máxime cuando el cambio climático elevó la temperatura media global en casi un grado (+0,86º C) en 2016 y se espera que siga subiendo en la misma proporción para este ejercicio.

   En España, por su parte, este porcentaje de regulación sólo alcanzaría el 8% si no existiesen obras de regulación, con las que en la actualidad se aprovecha cerca del 45% de la pluviometría. Del Campo ha añadido que sin ellas no podrían vivir más de cuatro millones de personas en España en verano, de acuerdo con los ratios actuales de consumo, mientras que gracias a estas infraestructuras vive una población flotante de más 70 millones de personas, incluyendo a los turistas.

   Precisamente, considera que estas obras son "especialmente necesarias" en países que más se han esforzado en modernización de regadíos para producir más con menos agua. En España, cerca de las tres cuartas partes de su extensión cuenta con sistemas eficientes, cuando la media no llega al 40%.

   "En un momento en el que organismos internacionales como la FAO advierten de la necesidad de aumentar la producción más de un 40% antes del año 2030 y más de un 70% antes de 2050, hay que ser conscientes de que esta demanda sólo podrá atenderse con el regadío porque estos cultivos producen cinco veces más que los de secano. De ahí la importancia de asegurar la continuidad de los regadíos modernizados garantizando que tengan agua para poder regar", ha reflexionado.

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