Antinucleares admiten que no se pueden prescindir de las centrales inmediatamente y piden un calendario de cierre que asegure la demanda
MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
El nuevo presidente de Foro Nuclear, Ignacio Araluce, ha defendido la presencia de la energía nuclear en España como elemento clave para cumplir con los acuerdos del clima internacionales a los que se ha adherido España, pues según ha explicado, nuestro país no podría enfrentarse a los compromisos adquiridos en la Cumbre de París si ahora mismo se cierran las centrales.
Durante su intervención en las jornadas 'El futuro de la energía nuclear en España, organizada en el Congreso por el presidente de la Comisión de Energía, Industria y Agenda Digital, el diputado de IU Ricardo Sixto, Araluce ha señalado que las centrales nucleares "tienen futuro" en España, al menos un periodo cuantificado que es necesario "guste o no guste" el uso de esta energía. El motivo, según ha señalado, es que hay "un mix energético determinado" en la actualidad que, si se desmantela, requeriría un "esfuerzo de inversión gigantesco".
En concreto, el presidente de Foro Nuclear ha señalado que toda la generación eléctrica española produce 260 terawatios/hora, de los que 100 son térmicos (con emisiones de CO2), 40 hidráulicos, 60 nucleares y 60 renovables. De modo que, si se plantea el hecho de suprimir las nucleares y reducir las emisiones habría que buscar alternativa para 160 terawatios/horas en el mix español.
"Si en España se consiguen 60 terawatios de renovables con una instalación de 30 gigawatios, habría que instalar otros 30 gigawatios para sustituir a las nucleares por otra energía limpia, más otros tantos si se quiere llegar a cumplir las cifras acordadas a las que España se ha comprometido como país y reducir las emisiones de CO2", ha señalado Araluce, para recordar que las instalaciones actuales de energías renovanbles "ha costado muchos años" en tiempo e inversión.
Además, ha señalado que estas energías limpias tienen una gran variabilidad porque dependen de agentes externos y, en caso de excesiva producción, habría que invertir en modelos de almacenamiento. "Estos significa una instalación masiva de bombeos y de baterías y se podrían usar acumuladores en todas las casas, que costarían 3.000 euros por vivienda ciudadanos", ha apuntado Araluce.
UN CALENDARIO DE CIERRE
A su juicio, el debate actual debería ser sobre "cuánto acotar el periodo de vida de las nucleares" pero no su desmantelamiento porque, según ha señalado, no se podría cumplir con la demanda de energía de los españoles.
Con este último planteamiento coincide el portavoz del Movimiento Ibérico Antinuclear, Francisco Castejón, que ha reconocido que no se podrían desmantelar las energías nucleares de un día para otro porque, ahora mismo, la sustitución se realizaría con gas y carbón, energías muy contaminantes. Por ello plantea a las autoridades "un calendario de cierre aceptable" que se trabaje entre todos los actores, expertos y políticos, con el fin de que el desmantelamiento de nucleares se realice con la seguridad de que hay una energía renovable preparada para cubrir la demanda.
En este sentido, Castejón ha criticado que durante años se haya hecho grandes inversiones en renovables en España y ahora parezca que se "hayan olvidado" de este sector. Además, ha pedido la derogación del conocido como 'impuesto al Sol' y ha recordado a las autoridades que los costes de las fotovoltaicas "no son los mismos que hace 10 años" y ha asegurado que esta energía "puede competir en el mercado energético actual sin problemas".
En referencia al gasto comentado por Araluce en baterías y bombeos, el portavoz del Movimiento Ibérico Antinuclear, ha destacado la existencia de "nuevas tecnologías de almacenamiento" y de baterías más modernas que "no son el futuro, sino el presente", por eso ha llamado a "permitir que estos avances entren en la industria".
IMPLICACIÓN DE PORTUGAL
En el acto también ha estado presente el presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento portugués, Pedro Soares, en la que es su segunda visita al Congreso en lo que va de año. El país vecino se encuentra inmerso en el debate nuclear, pero no por lo que ocurre dentro de sus fronteras, sino por la construcción del Almacén nuclear Temporal Individual (ATI) que se va a construir en la central nuclear de Almaraz (Cáceres), a 140 kilómetros de la frontera portuguesa y en las cercanías del Tajo, que abastece de agua a una parte del país.
Soares ha trasladado la preocupación que existe por el posible alargamiento de la vida útil de Alamaraz y ha destacado que los ciudadanos portugueses "no quieren producción eléctrica a partir de energía nuclear por razones económicas y por estrategia energética.
"Existe la percepción de que la energía nuclear no es segura, no es inagotable y no es medioambientalmente responsable", ha señalado Soares, para explicar que el 53 por ciento de la energía producida en el país vecino es de origen renovable. Además, se han comprometido a que este porcentaje suba al 60 por ciento en 2020 y a eliminar toda energía de origen fósil en 2050.
Del mismo modo, ha recordado que España y Portugal comparten territorio y ha pedido a los políticos españoles que recuerden que, todas las decisiones que tome en esta materia, van a repercutir en sus vecinos.